La humanidad entre la utopía y la distopia

27/12/2025 04:02
    Los empresarios, prácticamente todos estadounidenses, tienden a pronosticar que con la IA el mundo será más habitable para la humanidad y que, a pesar de la desaparición de la mayoría de las profesiones y oficios, se crearán nuevos tipos de trabajos y nuevas profesiones

    De cierta manera las fiestas navideñas son, quizá para muchos, una especie de utopía decembrina, pero, para otros, es también una terrible distopia. Estar con la familia, con los seres más amados, compartiendo la mesa, abrazos y más tiempo del usual, así como algunos regalos, genera un placer tan íntimo que pudiera semejarse a una pequeña aldea utópica. Pero para otros, sin contar a los que no pueden reunirse con la familia y no tienen dinero para una cena navideña y menos recibir regalos, lo cuales en México y en el resto del mundo no son pocos, estos días son para cada vez más seres humanos los más tristes y depresivos del año. De hecho, esta es la época en la que en el mundo occidental se cometen más suicidios. Para ellos estas fechas hacen del mundo el peor de los posibles.

    Lo más sombrío de todo es que, según algunos líderes empresariales y científicos de la Inteligencia Artificial, así como muchos de los estudiosos de sus repercusiones en la sociedad, pronostican para los próximos doce o quince años un mundo crecientemente distópico, abrumado por el desempleo, la incertidumbre, el desconcierto y la desesperanza, pero que después de esa etapa, piensan algunos, se podría iniciar una nueva era de prosperidad y bienestar generalizado: una verdadera utopía.

    Entre ellos, y me refiero a poderosísimos personajes, unos empresarios y otros científicos, tecnólogos, economistas, sociólogos, antropólogos y filósofos, como Sam Altman, Bill Gates, Elion Musk, Zuckenberg, Fei Fei Li, Eric Schmidt, (empresarios); Geff Hinton, Yanos Varoufakis, Damis Hassabis, Mo Gawdat, Hugo de Caris, Roman Yampolsky, (científicos y tecnólogos); Yuval Noah Harari, (historiador y filósofo), Paul Krugman y Damon Acemoglu (premios Nobel de Economía), entre varios más, hay opiniones coincidentes pero también encontradas sobre la IA y el mundo que está creando. En lo que coinciden plenamente es que la IA será, a corto plazo, la construcción científica y tecnológica más importante de la historia. Incluso, dice Yuval Noah Harari, uno de los intelectuales más influyentes de la actualidad, a partir de entonces tendremos que hablar de la post humanidad.

    Los empresarios, prácticamente todos estadounidenses, tienden a pronosticar que con la IA el mundo será más habitable para la humanidad y que, a pesar de la desaparición de la mayoría de las profesiones y oficios, se crearán nuevos tipos de trabajos y nuevas profesiones. Su visión, en términos generales, socialmente hablando, es la menos crítica de los principales actores involucrados en esa creación tecnológica. Saben que ellos serán más ricos que nunca, más que varios países juntos, pero no parecen ver en ello un problema. A lo que sí temen, es que China, su único verdadero competidor, les gane la ardua batalla en la carrera por llegar a la Super Inteligencia Artificial, con la cual sólo habrá un superpoder que domine al mundo.

    Para Roman Yampolsky, científico de la Universidad de Louisville, con una visión extremadamente crítica, sostiene que: “La automatización masiva (para 2030) no ocurrirá por una conspiración, sino por eficiencia económica. Primero caerán las tareas cognitivas repetitivas, como redacción de informes, atención al cliente, administración. Luego vendrán los trabajos físicos, sustituidos por robots generalistas con brazos precisos y autonomía energética. El resultado será un mercado polarizado, con pocos propietarios de tecnología concentrando el valor, millones de trabajadores desplazados y una economía de servicios “premium hecho por humanos” reservada a nichos minoritarios. Lo humano solo sobrevivirá donde la sociedad lo imponga por ley o convicción. Las profesiones relacionadas con la justicia, el arte, el cuidado, la educación o la política, serán las que sobrevivirán a la IA generativa”. (Doctor Roman Yampolsky, máximo experto mundial en seguridad de la IA: “Para 2030 solo quedarán estas 5 profesiones”)

    La opinión de este científico contrasta con la del científico inglés Demis Hassabis que, sin desconocer los riegos de la automatización, ve en la IA los enormes beneficios que puede traer a la ciencia, como él lo hizo, al lado de otros investigadores, en el campo de la Química, donde él ganó el Premio Nobel en 2024.

    Los premios Nobel de Economía, Paul Krugman y Damon Acemoglu, no ven que, a corto plazo, puedan ser desplazados trabajadores especializados de varias industrias, aunque sí profesionistas como los contadores, abogadores diseñadores, traductores incluso médicos, entre otros.

    Yuval Noah Harari es, quien, posiblemente, tiene la visión más crítica y profunda de los estudiosos que, desde el campo de las humanidades y ciencias sociales, están reflexionando y dando su interpretación del mundo que está generando la Inteligencia Artificial. Nos dice este intelectual de origen judío polaco:

    “La IA permite una vigilancia total que acaba con cualquier libertad (...) la IA es diferente a cualquier tecnología previamente inventada. No es una herramienta sino un agente independiente. Todas las anteriores tecnologías —la bomba atómica o las armas nucleares— tenían un inmenso poder destructivo, pero su poder estaba en las manos de los humanos, ellos decidían cómo y dónde usarlas. No sucede lo mismo con la IA, pues ésta toma decisiones por sí misma (...) Ahora la IA no solo toma decisiones por su cuenta, sino que también crea ideales, en cuanto produce mil cosas nuevas por sí misma, desde textos, imágenes, etc”. (Yuval Noah Harari: «La IA permite una vigilancia total que acaba con cualquier libertad» | Ethic).

    En los ámbitos empresariales, científicos e intelectuales de gran parte del mundo están inmersos en este trascendental debate sobre la IA, pero en México la discusión es mínima. En la Facultad de Ciencias Sociales de la UAS-Mazatlán un estudiante de la Maestría la tiene como tema de tesis. ¿Cuándo se empezará un debate a fondo y sistemático del estado de la IA en Sinaloa y sus implicaciones científicas y sociales para nosotros?