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"Opinión"

"La importancia de la alternancia en el poder"

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11/04/2017 22:27

    Fernando A. Orrantia

    Aunque algunas veces los cambios de partido político en el poder municipal, estatal o federal resultan mal por la voracidad del funcionario que saca las uñas hasta que están en el poder, normalmente los cambios producen cuando menos cuidado en el manejo del dinero, para evitar que el nuevo funcionario pueda acusar al anterior de abuso de confianza o cuando menos de incumplimiento de las leyes que regulan el uso y destino de los presupuestos. En algunos casos, la alternancia es solo de la persona que desempeñará el cargo público, sin que haya cambio de partido político, pero de cualquier manera el fin de su periodo de gobierno obliga al funcionario saliente a ser cuidadoso, aunque en los últimos años hemos visto en Sinaloa y en otros estados a alcaldes, legisladores locales y gobernadores que tienen como su principal preocupación llenarse los bolsillos de dinero para vivir después en Europa, lejos aparentemente, del alcance de la ley. Lamentablemente, la alternancia del partido político en el poder despierta en muchos políticos, un mayor apetito por el negocio ilegal realizado desde el cargo público, pero la posibilidad de ser acusado por otros partidos es siempre una piedra importante en el zapato.
    Precisamente el cambio de partido político en el Gobierno de Sinaloa ha despertado en muchos ciudadanos el interés en obligar al nuevo Gobernador y a los nuevos alcaldes a auditar las cuentas del funcionario anterior y además, a ser prudentes en el gasto y en los requisitos legales necesarios para gastar el dinero del erario. Lamentablemente, en Sinaloa los ciudadanos no aprendemos a emitir nuestros votos inteligentemente, lo que ha impedido que en toda la historia moderna de Sinaloa no hayamos tenido una mayoría en el Congreso local de un partido opositor al Gobernador.
    Las circunstancias bajo las cuales el PAN patrocinó a Mario López Valdéz (MLV) como candidato a Gobernador fue una pérdida de tiempo, porque de inmediato se hizo evidente que MLV sería un miembro más del PRI en el gobierno, sin importar el partido político que le permitió ganar el cargo. Su presencia en la reunión con Beltrones en Culiacán, en la primera visita de éste como jefe del PRI nacional, fue un descuido que puso en ridículo al PAN y a MLV y por supuesto, colocó a un MLV contrito y sumiso, bajo el manto protector del partido al cual traicionó. Todavía se lamentan los empresarios sinaloenses que se haya perdido la oportunidad de tener como Gobernador a Vizcarra, quien hubiera impulsado sin duda a Sinaloa hacia la modernidad que sus gobernantes le han negado hasta ahora, por incapacidad y codicia.
    La policía sinaloense sigue siendo improvisada, atrasada, elemental y sobre todo, inútil como protectora de los ciudadanos y de su familia y patrimonio. Todos los municipios insisten en pagar mal a los policías, negarles la preparación y capacidad que se requiere para ser guardián de la sociedad. Los sinaloenses hemos despreciado la importancia de la policía como elemento esencial para tener una sociedad en paz y que pueda trabajar sin extorsiones, secuestros ni amenaza. Los diputados locales son el elemento que puede salvar a Sinaloa del atraso y desorden que ahora tiene. Sin una policía estatal y sin las municipales que son también indispensables en nuestro sistema federal y municipal, no podemos tener orden, respeto a la ley, tranquilidad para viajar y trabajar en todo el estado, que son elementos ahora indispensables para que una comunidad progrese.
    Examinada la personalidad de los diputados locales que ahora tenemos, podemos darnos cuenta de que se trata de personas con estudios y experiencia política que aunque incipiente en muchos casos, es evidente que salvo algunas notorias excepciones, nuestros legisladores locales son políticos con la preparación y la buena intención de hacer una carrera política. El problema es, por una parte, que están obligados a una subordinación al PRI quienes pertenecen a ese partido que ahora es mayoría de votos en nuestro Congreso local. Es indispensable que los ciudadanos no seamos solamente electores, sino también participemos sugiriendo, aportando y cuando sea necesario, exigiendo a los legisladores ser leales a los ciudadanos y a Sinaloa antes que leales a su partido político.
     

    Sin embargo, los cambios de partido político son una gran oportunidad para que el nuevo funcionario audite al anterior y en su caso, ejerza las acciones que la ley otorga a quienes se aprovechan del erario. En política, pues, es preferible el cambio a la continuidad de las personas.