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"Opinión"

"La justa perspectiva"

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23/06/2017

    Joel Díaz Fonseca

    En alguna ocasión hice referencia a algunos de los célebres juicios de Belén Torres, quien fuera Juez Menor de Navolato, destacando el que hace referencia al tamaño del castigo al que se hacen acreedores los involucrados en un quebradero de ollas.
     
    “¿Quién rompe más?”, fue el título del artículo con el que intenté esclarecer la duda sobre quién tenía más responsabilidad en la caída en las preferencias del PRI, como marcaban las encuestas previas a la elección de Gobernador.
     
    Hoy vale cuestionar igualmente cuáles declaraciones son más temerarias, ¿las del presidente de la mesa directiva del Congreso y del coordinador de la bancada del PAS, advirtiendo que si no se abaten los índices delictivos se corre el riesgo de que Mazatlán pierda la sede del Tianguis Turístico de 2018, o la del Secretario de Turismo del Estado, Marco Antonio García Castro, calificando de irresponsables y protagónicos a los legisladores.
     
    Es cierto, como afirma, que ningún turista ha resultado afectado por la violencia, pero de eso a negar a priori que exista riesgo de que la inseguridad pueda inhibir el flujo de turismo y alterar planes de realizar aquí eventos como convenciones, incluso el Tianguis Turístico, hay una gran diferencia.
     
    No vayamos muy lejos, el 26 de mayo, hace tres semanas, se dio a conocer la cancelación del Congreso Internacional de Endocrinología, programado para realizarse en noviembre en Mazatlán.
     
    ¿La razón de la cancelación?, la inseguridad, según informó el doctor David Ignacio Osuna Corona, miembro de la Sociedad Mexicana de Nutrición y Endocrinología, que hacía ya los preparativos para dicho evento.
     
    Ese mismo día, representantes de agrupaciones de promoción turística demandaron de las autoridades el reforzamiento de las acciones para la contención de los hechos delictivos.
    Rafael Rivera Velarde, presidente de la Asociación Mexicana para Atención de Cruceros Turísticos, urgió al reforzamiento de los operativos de seguridad, no solo en temporadas de alta afluencia de turismo.
     
    “La seguridad debe ser el tema crucial de todo el estado, no hay vuelta de hoja, no puede haber postergación o negociación en esto... Estoy muy mortificado por la situación de la seguridad”, señaló.
     
    Su preocupación fue compartida el mismo día por José Luis Barba Martín, presidente de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios Turísticos de Mazatlán, quien precisó que no se debe esperar a que se ataque al sector turístico para mostrar resultados en seguridad.
    “Si queremos y pretendemos que el turismo sea uno de los que genere mayor producto interno, tenemos que cuidar esa parte”, comentó.
     
    Por eso no veo ninguna desmesura en la demanda del presidente de la mesa directiva del Congreso y del coordinador de la bancada del PAS de que se haga todo lo necesario para contener la ola de violencia, como sí la veo en el apresuramiento del Secretario de Turismo en el estado al tildarlos de irresponsables por lanzar esa alerta.
     
    Entendemos que es importante lograr una mayor proyección y competitividad de Mazatlán y de Sinaloa en general en materia turística, pero no creo que pueda lograrse ese objetivo sin el presupuesto básico de seguridad para todos.
     
    A finales de 2014 escribí, bajo el título “Sinaloa, ¿otro Amity Island?”, sobre el infortunado posicionamiento del Alcalde de Culiacán, Sergio Torres, y del titular de Turismo estatal, Francisco Córdova Celaya, contra la demanda de diversos organismos no gubernamentales, entre ellos el Colectivo de Mujeres Activas de Sinaloa, de que se declarara la alerta de género.
     
    Hice referencia a Amity Island porque en la película “Tiburón” las autoridades y prominentes empresarios del ficticio balneario buscaban que por ningún motivo se alertara a los turistas de la presencia de un escualo de dimensiones descomunales que ya había cobrado algunas víctimas.
     
    ¿Sirvió de algo que el Alcalde y el Secretario de Turismo se opusieran a que se decretara la alerta de género? Por supuesto que no, la realidad terminó imponiéndose. El pasado 2 de abril la Secretaría de Gobernación lanzó la alerta de género en Ahome, Guasave, Navolato, Culiacán y Mazatlán.
     
    Se deben poner las cosas en su justa perspectiva. Es válida la preocupación porque se logre concretar el Tianguis Turístico, sin duda todos coincidimos en esto, pero también es válido que se demande de las autoridades (estatales y federales) el reforzamiento de los operativos contra la violencia, como presupuesto básico para ser competitivos, turísticamente hablando.
     
     

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