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"Éthos"

"La utilidad de las espinas"

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ÉTHOS
04/08/2016 00:14

     

    “El niño de la espina” es una escultura en bronce que se exhibe en los Museos Capitolinos de Roma. Muestra a un niño de 11 o 12 años, quien, sentado, se extrae una espina de la planta del pie izquierdo.

    Fue una de las estatuas más admiradas durante el Renacimiento, lo que probablemente motivó la leyenda del pastorcillo romano Cneo Marzio, quien cumplió la heroica misión de entregar un importante mensaje al Senado, recorriendo un largo trayecto sin detenerse a extraer la espina de su pie. En reconocimiento, el Senado habría decretado que se le honrase con la estatua.

    La palabra espina viene del latín “spina”, que hace referencia a una astilla o algo puntiagudo. En griego existe otra palabra, “acanto”, que también significa espina, porque es una planta que tiene hojas espinosas que se enroscan, las cuales sirvieron de modelo para la ornamentación de los capiteles corintios.

    Sin embargo, la espina no es solamente algo terrible o doloroso. En italiano se utiliza mucho la expresión “birra alla spina” para designar a la cerveza de barril que se sirve de una “spillatrice”, o llave que permite la extracción del líquido.

    En las arenas y coliseos se llamaba espina a la barrera alargada que separaba los dos sentidos de las carreras de carros y caballos. Pero, adquirió un significado más profundo cuando designó a la espina dorsal o columna vertebral, que sirve de sostén estático y dinámico, permite el equilibrio y protege la médula espinal.

    Toda espina, pues, tiene su utilidad. “¡Si una espina me hiere, me aparto de la espina, ...pero no la aborrezco!.. ¿Rencores? ¡De qué sirven! ¡Qué logran los rencores! Ni restañan heridas, ni corrigen el mal”, escribió Amado Nervo.

    ¿Encuentro la utilidad de las espinas? ¿Las rechazo, alejo y aborrezco?

    rfonseca@noroeste.com

    @rodolfodiazf