¿Por qué las coaliciones deben considerarse como un solo partido para la asignación de diputaciones por el principio de representación proporcional? Por tres razones:
1. Por razones de unidad de propósito y programa
Los partidos políticos que se coaligan no sólo lo hacen para ganar elecciones, sino que, una vez obtenida la victoria, siguen una misma agenda legislativa e incluso de gobierno. Las coaliciones han dejado de ser únicamente un instrumento para ganar elecciones; también se han convertido en maquinarias de operación política coordinada para legislar o gobernar.
Por ejemplo, la Cuarta Transformación es más que un concepto de campaña electoral; es un programa legislativo y de gobierno que une a tres partidos más allá del ciclo electoral. Estos tres partidos comparten una misma plataforma política que, en términos legales, debió ser elaborada considerando los documentos básicos de cada partido. En lugar de eso, adoptaron la plataforma política de Morena, como se indica explícitamente en el convenio de la coalición “Sigamos haciendo historia”.
Nadie puede negar la gran fuerza electoral y política que ha alcanzado el movimiento iniciado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador. Su fuerza ideológica es tan poderosa que diluye los límites de las identidades partidarias. ¿Acaso el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde (PVEM) se atreverían a negar que es la agenda, ideología y visión política de la Cuarta Transformación lo que sostuvo sus campañas?
La coalición que integran estos partidos es un buen ejemplo de que no se trata sólo de coaliciones electorales, pues han votado en el Congreso de la Unión siempre unidos, impulsando la agenda política de Morena y la Cuarta Transformación. Sólo hace falta ver sus eslóganes de campaña: “PT es la 4T”, “La 4ta Transformación es verde”. ¿Alguien duda de que se trate de la misma fuerza política?
2. Por razones de garantía de igualdad política del voto de los mexicanos
Las autoridades electorales están obligadas a decidir los asuntos de su competencia considerando las normas como parte de un sistema. En este caso, existe un bloque de constitucionalidad para garantizar que el voto de cada ciudadano tenga el mismo valor. Cuando se sobrerrepresenta una fuerza política, el voto de quien sufragó por esa fuerza vale más que el de quien votó por las otras, pues con los mismos votos, e incluso con menos, obtiene más asientos en el legislativo.
El Instituto Nacional Electoral (INE) ha avanzado en el sentido de evitar el fraude a este bloque de constitucionalidad, verificando que la afiliación de una candidatura sea efectiva y que no se registre como militante de un partido mientras es siglado por otro para evadir el rebase del porcentaje de sobrerrepresentación permitido por la CPEUM. Sin embargo, eso es insuficiente, ya que las coaliciones en sí mismas son otra manera de evadir ese porcentaje de sobrerrepresentación.
3. Por razones de legitimidad democrática de quienes obtuvieron los triunfos
A nadie conviene que representantes políticos lleguen con legitimidad cuestionada al ejercicio del cargo. La legitimidad democrática no solo proviene de obtener la mayoría de los votos en las urnas, sino de aplicar adecuadamente los principios constitucionales para el arribo a las posiciones y posterior ejercicio del poder político. No es razonable que los actores que han obtenido la mayoría de los votos sean cuestionados por no respetar las reglas de asignación de escaños y por forzar a las autoridades a aplicar la norma en su favor.
Si se considera que existen al menos estas tres buenas y justas razones para tratar a las coaliciones como un solo partido, entonces hay que recordar las reglas de asignación.
Tratándose de la asignación de diputaciones de representación proporcional a las fuerzas políticas, el artículo 54 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos contiene, entre otras, tres bases muy importantes:
1) Todo partido que logre el 3 por ciento de la votación válida emitida tendrá derecho a participar en la distribución de las 200 diputaciones de representación proporcional.
2) Ningún partido político puede obtener más de 300 diputados por ambos principios, Mayoría Relativa (MR) y Representación Proporcional (RP).
3) Los partidos políticos podrán tener un número de diputados que no exceda más de 8 puntos porcentuales del total de integrantes de la Cámara respecto de su porcentaje de votación obtenida. Por ejemplo, si un partido obtuvo el 40 por ciento de la votación nacional emitida, no podrá tener un número de diputaciones que exceda el 48 por ciento del número total de diputados en la Cámara.
Aplicando estas reglas a los resultados de la elección del pasado domingo 2 de junio, y tomando como base la estimación de resultados del Conteo Rápido del INE, obtenemos que para la coalición “Sigamos haciendo historia”, con un rango mínimo de participación, suma 54.6 por ciento de la votación y obtendría 346 curules. En el rango máximo, obtendría el 58 por ciento de la votación y 380 curules.
Aplicando la tercera regla mencionada del Artículo 54 de la Constitución, que instituye no rebasar el 8 por ciento de sobrerrepresentación, tenemos que:
En el rango mínimo, la coalición tendría el 69.2 por ciento de las curules, cuando lo máximo que podría obtener sería el 62.6 por ciento, que se traduce en 313 curules. Mientras que, en el rango máximo, obtendrían el 76 por ciento de las curules, cuando lo máximo que pueden tener es el 66 por ciento, equivalente a 330 curules.
Ahora bien, si la coalición es considerada para efectos de la asignación de diputaciones por el principio de Representación Proporcional, le aplicaría la segunda regla mencionada del Artículo 54 de la Constitución, es decir, ninguna fuerza política podrá obtener más de 300 diputaciones por ambos principios.
Esta regla limitante tiene sentido, pues lo que se persigue con la representación proporcional es reflejar el pluralismo del electorado, no es un medio para premiar a las mayorías.
Todas las autoridades electorales tienen la responsabilidad de evitar el fraude a la Constitución, el cual ocurre porque, paradójicamente, quienes son responsables de la elaboración y aprobación de las leyes son quienes buscan cómo evadirlas.
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Especialista en materia político-electoral, comunicación política e innovación
@RobertHeycherMx
Animal Político / @Pajaropolitico