Las remesas, el golpe que viene...

De la ocurrencia al hecho, el pasado miércoles se aprobó en la Cámara de Representantes de los Estados Unidos una propuesta demoledora para la comunidad migrante en el país vecino. Se pretende gravar con un 5 por ciento las remesas que se mandan de la Unión Americana al resto del mundo.

Se trata de un golpe más en el corto tiempo que lleva la administración del republicano Donald Trump, esta vez, apuntando al flujo de efectivo que mes con mes, los trabajadores migrantes dispersan por el mundo para la manutención y apoyo de las familias en sus países de origen.

En 2024, México recibió cerca de 64 mil 745 millones de dólares en remesas, lo que representó casi el 3.4 por ciento del PIB. Durante los últimos 14 años el dinero proveniente de los trabajadores fuera del país ha ido en aumento, de 2023 a 2024 no fue la excepción. Según el Banco de México, el promedio mensual que reciben las familias en nuestro país es de 419 dólares por hogar.

Según datos de Banxico, los principales beneficiarios con las remesas se encuentran en los estados de Michoacán, Guanajuato, Jalisco, CDMX, Estado de México, Chiapas y Oaxaca. Siendo mujeres madres de familia y adultos mayores los receptores más comunes del envió internacional de dinero. Con la medida, dos poblaciones vulnerables quedarán afectadas por las decisiones recaudatorias y políticas de una de las administraciones más controvertidas en los últimos años.

Según los expertos las consecuencias podrían notarse pronto con la reducción de las cantidades enviadas, es decir, que las familias depositarias de estos recursos obtengan un 5 por ciento menos de ingresos. Otro punto que exploran es la posibilidad de que más connacionales en el extranjero opten por transaccionar y gestionar los envíos mediante plataformas no reguladas como las criptomonedas, monedas virtuales o digitales que operan fuera de las transacciones bancarias tradicionales, la mayoría de ellas no tributarias.

México es sólo uno de los países afectados con las medidas. India recibe al año 111 mil millones de dólares en remesas; China, 51 mil millones; Filipinas con 38 mil millones. Por fortuna, la economía de nuestro País es poco dependiente de las remesas, si bien es uno de los países del mundo que más recibe, el Producto Interno Bruto se compone de mucho más que dinero proveniente de los trabajadores en el extranjero.

En el caso de países como Tayikistán las remesas representan el 45.4 por ciento del total de su Producto Interno Bruto; Tonga, 38.2 por ciento; Nicaragua, 27.2 por ciento; Líbano, 26.6 por ciento; y Honduras, 25.3 por ciento. Para la fragilidad de estas economías que son altamente dependientes de las remesas, solo Nicaragua y Honduras serían las verdaderamente afectadas. Las remesas a Tayikistán llegan principalmente de Rusia, las de Líbano de los Países Árabes y las de Toga de Australia.

México está muy lejos de considerarse con una economía hiperdependiente de las remesas. Pero no podemos negar la afectación venidera sobre todo en el ingreso de casi 5 millones de hogares. Incluso, se puede advertir que en ciertos municipios predominantemente migrantes la radical medida traerá consecuencias negativas difíciles de predecir.

Visto desde la recaudación norteamericana, este impuesto les redituará a ellos cerca de los 4 mil millones de dólares. Lo que ayudará para lidiar con los problemas de desaceleración económica que se advierten para los próximos años. No hace mucho recordaba a la comunidad migrante que, del otro lado de la frontera, hacía campaña para Donald Trump el año pasado. Muchos de ellos y sus familiares enfrentan problemas legales de inmigración y ahora, esto con el dinero que de poco a poquito dejará de llegarle a sus familias de este lado de la frontera. Make America Great, luego le seguimos...