Las vacunas y las elecciones

    Aunque no aparecerán encuestas con candidatos en los trescientos distritos en juego para las elecciones de junio, ya empiezan a circular datos que pueden sugerir como serán los resultados. No se trata de sondeos de preferencias electorales, sino más bien de actitudes y reacciones de la gente ante determinadas posturas del gobierno actual.

    La más reciente es la de Reforma hoy sobre las vacunas. Es probable que uno de los dos o tres temas más importantes que determinarán el voto de los mexicanos indecisos o “blandos” en junio sea su opinión sobre el desempeño gubernamental en torno a la pandemia en general, y la vacunación en particular. Las autoridades lo presienten; de allí su desesperación por conseguir vacunas, las que sean, lo más pronto posible. La encuesta de Reforma muestra el dilema: 70% de los mexicanos considera que la vacunación avanza “de manera lenta”, y 60% cree que el gobierno está batallando para conseguirlas.

    Es cierto que la población podría no culpar a las autoridades de esta deficiencia, responsabilizando a las farmacéuticas o las potencias, pero no parece ser el caso. Un 46 por ciento de los entrevistados (versus 40 por ciento) cree que la estrategia de vacunación del gobierno está fracasando. Incluso la aprobación de López Obrador en lo tocante al coronavirus es estadísticamente igual a su desaprobación: 46 por ciento versus 44 por ciento. En otras palabras, la gente no está contenta con el proceso de vacunación y menos de la tercera parte piensa ser vacunada antes de las elecciones.

    Convine aclarar que la encuesta de Lorena Becerra es telefónica, y con solo 400 entrevistados. Asimismo, es innegable que este tipo de indagaciones son altamente sensibles a la coyuntura. Esta última ha sido muy negativa para el gobierno en lo que a la vacunación se refiere, pero el sentimiento negativo de la población puede ser poco duradero, si todo empieza a fluir. Pero por ahora, nos marca una pauta.

    Le plantea una disyuntiva interesante a la oposición, coaligada en la alianza Va por México. La pregunta es obvia: ¿debiera centrar su campaña en la denuncia de la incompetencia y desidia de las autoridades en materia de vacunación? ¿O debiera cuidarse, considerando que de aquí a junio va a mejorar la gestión oficial y se vacunará a un número suficiente de mexicanos para que quede atrás el patético arranque y la gente se sienta agradecida? Difícil saber, y conociendo a los opositores, cualquier definición contundente les va a ser cuesta arriba.

    Si pudiera influir, apostaría a que el proceso de vacunación le va a salir mal al gobierno. No contrataron, no pagaron, no consiguieron y no lograrán inyectar a una cantidad relevante de personas para que el proceso sea un éxito. Sobre todo a la luz de la experiencia de muchos mexicanos en Estados Unidos, con familiares en México. Pero entiendo que cualquier claridad al respecto es complicada, y que las cosas pueden cambiar. También entiendo, sin embargo, que en otras encuestas, las perspectivas de la coalición Va por México no son ideales. Prefiero no creerle a esas encuestas, y más bien a ésta que cito, y a mi intuición. Afortunadamente, no me toca decidir.

    Periodismo ético, profesional y útil para ti.

    Suscríbete y ayudanos a seguir
    formando ciudadanos.


    Suscríbete
    Regístrate para leer nuestro artículo
    Esto nos ayuda a identificarte mejor al poder ofrecerte información y servicios justo a tus necesidades al recibir ayuda de nuestros anunciantes.


    ¡Regístrate gratis!