Leer como se come

ÉTHOS
07/11/2022 04:00
    Hay quienes leen compulsivamente, otros de manera pausada; habrá quienes apresuren su lectura, mientras que otros prefieren hacerlo de manera reposada

    Siempre hay que recomendar la lectura, aunque cada quién tenga su propia manera de leer. Hay quienes leen compulsivamente, otros de manera pausada; habrá quienes apresuren su lectura, mientras que otros prefieren hacerlo de manera reposada. Incluso, hay personas que se convierten en devoradoras de libros, como nuestro extinto amigo Álvaro Rendón Moreno, a quien apodaban “El feroz”, por la celeridad y frenesí con que consumía y deglutía los libros.

    Rogelio Guedea, escritor y poeta colimense, en su libro Los anteojos del fabulista. Reflexiones sobre el arte de leer y escribir, aconsejó no convertirse en devorador de libros y leer como se come: “Desde hace algunos años dejé de ser un devorador de libros. Rompí, un buen día, con ese hechizo. Sé que lo adquirí cuando me iniciaba como lector, pero no sé ni en qué momento ni dónde”.

    Comentó que una noche, mientras leía las memorias de Stephen King, asimiló que se debe leer como se come (siempre y cuando se coma como se debe; es decir, despacio, como también recomendaba otro gran amigo escritor, don Adrián García Cortés).

    La manera correcta de comer y leer, subrayó Guedea, es la siguiente: “Debe hacerse despacio, masticando bien los alimentos, una y otra vez, 30 o 50 veces por bocado, sabiendo que es mejor comer calidad que cantidad, esto es una ramita de brócoli mejor que una bolsa jumbo de papas fritas, esto la breve Rebelión en la granja de Orwell que las novelas completas de Paulo Coelho”.

    Añadió: “Desde entonces compro en las librerías del mismo modo que en el supermercado: los productos más saludables, frescos de ser posible, y los engullo, al volver a casa, pian pianito, sin devorarlos nunca, con la certeza de que en esto radica toda mi fortaleza”.

    ¿Leo correctamente?