¿Recuerdas a los abuelos de tus abuelos? Si la respuesta es sí, eres de las pocas personas en el planeta que recuerda hasta esas instancias de su árbol genealógico, la mayoría de las personas recuerda, a lo mucho, a los papás de sus abuelos.
Es decir, tenemos información hasta máximo tres generaciones antes que tú, tus papás, abuelos y bisabuelos. Son pocas las personas que lograr recordar o saben tan siquiera el nombre o historia de sus tatarabuelos.
La estadística dice, que, salvo casos muy especiales, solo llegamos a conocer o saber de nuestros tatarabuelos o bien, nos llegarán a conocer o saber de nuestra historia, cuando mucho nuestros tataranietos, los hijos de nuestros nietos.
Esto se debe a dentro de otras cosas a factores como, distancia generacional, ya que son cuatro generaciones y la información puede perderse con el tiempo. Otra razón puede ser la tecnología limitada en generaciones pasadas, migraciones y cambios geográficos, falta de registros, etc.
¿Alguna vez te has cuestionado, cómo quieres ser recordado en las futuras generaciones? ¿Qué legado dejarás en esta tierra para tus nietos, bisnietos o tataranietos? ¿Por qué razón habrían de saber de ti las futuras generaciones?
El legado es algo que se deja como herencia o contribución duradera a las generaciones futuras. Puede ser tangible, como propiedades o bienes materiales, o intangible, como valores, enseñanzas, ideas, tradiciones, o bien un gran impacto en la comunidad.
En un sentido más amplio, el legado de una persona, organización o comunidad es la huella que dejan en el mundo, la cual continúa teniendo relevancia y significado, incluso, después de su tiempo.
En Culiacán, desde hace algunos años se está trabajando en construir un nuevo Banco de Alimentos lo suficientemente grande para ayudar a más de 400 mil personas. Este proyecto será con el que pretendemos cambiar la calidad de vida de miles de familias del centro-sur de Sinaloa.
Para todos los empresarios, colaboradores y consejeros que sean parte de este gran proyecto este será un gran legado que se dejará en el estado. En 80 años, las futuras generaciones se preguntarán, gracias al esfuerzo de qué empresas y personas es que se logró este proyecto.
El construir una infraestructura que alimente a casi medio millón de personas en pobreza y que evite el desperdicio de millones de kilos de alimentos es una proeza, por su naturaleza de institución y por la complejidad que tiene el construirla.
Una institución de asistencia privada que no recibe recursos por parte de Gobierno le es mucho más complicado construir esta infraestructura, crecer y ayudar a más. Por esa razón es que es mucho más meritorio.
Nuestro más grande legado será que no fuimos omisos ante la necesidad del otro, no volteamos al otro lado, no dejamos a que otros en el futuro solucionaran este gran problema, somos la generación que decidió accionar, hacer, construir, ayudar.