Los ‘3 poderes’ que quedan

07/06/2025 04:02
    ¿Qué nos queda?: Está todavía el Poder de la sociedad mexicana que cuenta con la fuerza de la ciudadanía que no ha alcanzado a percatarse de los peligros del presidencialismo autoritario y militar y que, en algún momento, pudiera organizarse y descubrir los líderes que se requieren.

    Una vez concluida la atrocidad de la farsa electoral para constituir el “nuevo” Poder Judicial de México, en la que se emitieron menos de 13 millones de votos, que al restar los votos nulos y los emitidos en blanco, o sea, más de 2.8 millones de votos, quedaría una votación real de 9.7 millones de votos efectivos, o sea el 9.8 por ciento del padrón.

    En cualquier caso, el ciudadano oaxaqueño que probablemente sería el Presidente de la Suprema Corte con 5.5 millones de votos, lo sería con sólo el 5.6 por ciento del electorado. Otra consideración que habría que hacer es que en esta elección, el Gobierno, su Presidenta Sheinbaum y su partido, fueron rechazados por el 85 por ciento de los electores, a pesar de la abrumadora publicidad gubernamental, del alto costo de la elección y del grosero acarreo de funcionarios y empleados públicos que realizaron.

    Finalmente, ante la destrucción real del Poder Judicial independiente, sólo quedarían en México tres “poderes” reales:

    1. Queda sólo el Poder Ejecutivo, pues el Poder Legislativo se autoanula al sujetarse a lo que disponga el Ejecutivo; con el solo hecho de que “no se puede modificar ni una coma” a las iniciativas que envía la Presidencia, además de que prácticamente sólo se discuten y aprueban los proyectos de ley del Ejecutivo, “congelándose” las propuestas de la Oposición y se ralentizan las que eventualmente presenta algún Diputado del partido oficial, que realmente son iniciativas elaboradas por el jurídico del Gobierno, pues a los diputados proponentes no se les ve capacidad para elaborar proyectos bien hilvanados y de acuerdo a Derecho.

    Oculto en este “Poder Ejecutivo” está como respaldo “para lo que se ofrezca”, el “Poder Militar”, que constituye el “brazo fuerte” del Ejecutivo.

    2. El “segundo Poder” que sigue ejerciendo sus funciones, es el “Poder del Narco”, de los carteles que, querámoslo o no, han estado imponiendo condiciones, no sólo al Gobierno sino a la sociedad en general, por medio de las armas, del soborno, del terror, de los asesinatos, desapariciones, secuestros, extorsiones y con el creciente control de las calles en las ciudades y las poblaciones y caminos en el medio rural.

    Además del control territorial, cuentan con suficientes “soldados” para enfrentarse al Ejército Nacional, a la Guardia Nacional y a las demeritadas policías estatales y municipales.

    Este “Poder Narco” cuenta además con suficientes recursos monetarios, armamento y equipamiento que le ha permitido “montar” en el país una “guerra de guerrillas”, con tanto éxito, que las autoridades han tenido que pedir apoyo táctico y tecnológico a Estados Unidos para medio enfrentar a este “poder narco”, que tal vez lo que pretende es dar su propio “golpe de estado”, “o bien, obtener” un acuerdo con el Gobierno para que lo dejen actuar. Es este un poder real y actuante, aunque la autoridad lo niegue.

    3. El tercer Poder que la sociedad mexicana está sufriendo, es el “Poder Trump” quien desde Estados Unidos está imponiendo condiciones al Gobierno mexicano y a la sociedad mexicana, con sus “órdenes ejecutivas”, en las que decreta impuestos o aranceles a las exportaciones mexicanas a Estados Unidos, poniendo en jaque a la agricultura, la ganadería, la industria exportadora, el Tratado de Libre Comercio, las remesas y la migración de ciudadanos mexicanos quienes tradicionalmente acuden al país del norte a trabajar en los campos y ciudades norteamericanas, a pesar de que se les paga menos que a los trabajadores de ese país, pero que, en cualquier caso, es mucho mejor que el salario que recibirían en México y hasta les alcanza para enviar recursos a sus familias.

    Trump está imponiendo condiciones a México, aunque lo niegue al Gobierno mexicano que ha tenido que doblegarse, pues está en condiciones muy disminuidas por su endeble economía, su fallida guerra contra el narco y su “autogolpe de estado” al instituir un régimen autoritario y militar, destruyendo el Poder Judicial constitucional.

    ¿Qué nos queda?: Está todavía el Poder de la sociedad mexicana que cuenta con la fuerza de la ciudadanía que no ha alcanzado a percatarse de los peligros del presidencialismo autoritario y militar y que, en algún momento, pudiera organizarse y descubrir los líderes que se requieren. En este “soterrado” poder ciudadano está oculto y aterrorizado el poder económico, que no se ha dado cuenta que por cada derecho social y ciudadano que se pierde, se está debilitando también la fuerza de su economía.

    El panorama no es agradable, pero es preferible denunciarlo hoy antes de que sea irreversible.