¿Cuántos sueños nuestros han terminado en el cesto de las buenas intenciones? ¿Cuántos sueños abrigamos celosamente en nuestro pecho sin que lleguen a ver la luz? ¿Cuántos sueños cobijamos con infinita ilusión, pero permitimos que fueran amortajados en la cuna del olvido? ¿Cuántos sueños procrastinamos indefinidamente en la bandeja de un nebuloso porvenir?
Bien dijo Calderón de la Barca: “que toda la vida es sueño y los sueños, sueños son”. Sin embargo, de nosotros depende que los sueños adquieran corporalidad.
Por eso, experimenté gran placer al ver una foto y texto de la Diputada federal Graciela Domínguez Nava, en su portal de Facebook, este domingo 27 de julio. La Legisladora aparece sonriente en la casa de su madre, en Chametla, mientras enhebra el hilo en una antigua máquina de coser. El texto dice: “En la máquina de coser de mi abuela y madre, en Chametla, aprendí de puntadas, cuando voy de visita, aun disfruto la costura de la vieja máquina Singer con pedal, me entretiene, y de puntada en puntada, me ayuda a darle forma a mis pensamientos. Que nunca nos falten hilos para coser nuestros sueños”.
Inspirado en este texto e imagen, el director de Radio Sinaloa, Édgar Paúl Villegas, añadió: “Me identifico más que perfecto con esta historia. Yo soy hijo de una gran costurera, una mujer que al ritmo de ese pedal forjó una familia y un valioso legado como mujer de una sola pieza. Así que, también, de puntada en puntada, enfrentando al ‘zigzag’ de la vida y con ‘carretes’ llenos de amor, mamá Cele Salas nos dio y nos da todo de sí. ¡Viva la costura como forma de amor, de trabajo, de sustento, de arte, de cultura y de arraigo familiar!”.
¿Enhebro los hilos de mis sueños?