Madueña: ¿lo mismo o rectificación?
Por la UAS, darle el voto de confianza

OBSERVATORIO
09/06/2025 04:02
    Permitamos pues que corra la cuenta regresiva del segundo cuatrienio de Jesús Madueña, deseando que fundamentalmente sea en la UAS el tiempo esplendoroso para rescatarla como reserva moral de todo un pueblo, ya no más rapiñas de feroces gavillas políticas. Tantas voluntades y consensos que hagan posible borrarle al alma mater cicatrices como aquellas que, por ejemplo, le tatuó en el rostro la narcopolítica.

    Asumiendo que el segundo período de Jesús Madueña Molina como Rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa es de borrón y cuenta nueva, entonces está obligado a emitir señales inmediatas en lo que respecta a transformar, democratizar y transparentar a la casa de estudios. Si en el discurso de ayer esbozó algunos ejes de trabajo en ese sentido, y la presencia del Gobernador Rubén Rocha Moya es de testigo de tales propósitos y no de simple cortesía política, pues comencemos a vigilar el nuevo vuelo del águila rosalina.

    A Madueña no le conviene perder tiempo en montajes y simulaciones en la obra rectificadora que esperan de él los universitarios y la sociedad. La Universidad tampoco dispone de plazos largos para derrocharlos en el gatopardismo donde en el feudo de la palabra pasa bastante y en el reino de los hechos nada ocurre. El cheque de confianza dado al Rector por los poderes Ejecutivo y Legislativo estatal, y por la Secretaría de Gobernación federal, tiene fecha de vencimiento.

    De las circunstancias que marcaron su rectorado en el período 2021-2025 y las sospechas inextinguibles sobre el proceso de elección que lo refrenda para el ciclo 2025-2029, podría derivar el ánimo de la rectificación y quizás a eso se refirió Madueña al prometer que “cada muestra de respaldo será fuente de inspiración para mi desempeño para los próximos años. Hoy, al haber rendido protesta como rector titular, refrendo mi compromiso de velar siempre por el fortalecimiento de nuestra alma mater”.

    Sin embargo, aquel que fue vinculado a tantos procesos judiciales, que es parte de carpetas de investigación enderezadas por la Fiscalía General local y requerido en múltiples veces por la Auditoría Superior del Estado para que transparente el uso de recursos públicos, aun así merece el privilegio de la duda. Al protestar ayer como Rector reelecto, debió tomar plena conciencia de que en este nuevo torneo de ajedrez debe cambiar la estrategia y las piezas con las que jugará.

    Entre las decisiones que se esperan de él está la del fortalecimiento de las libertades y legalidad en favor de estudiantes y trabajadores que fueron carne de cañón del Partido Sinaloense, alejándolos el pasismo de la academia, inteligencia e investigación que son la razón de ser de la comunidad universitaria. La cancelación del modelo Universidad-PAS debe suceder fehaciente y suficientemente demostrada.

    Otro compromiso tiene que ver con la culminación del proceso democratizador en la UAS que vive momentos incipientes y por lo tanto insatisfactorios. En la medida que se les permita a académicos y alumnos desarrollar la libre determinación en los asuntos uaseños, en la misma proporción la institución de educación superior dejará de relucir por los escándalos de corrupción y partidización, para comenzar a brillar por sus egresados, investigadores, calidad educativa y rendición de cuentas.

    También debe leer el Rector las cláusulas del contrato social por más pequeñas que sean las letras. Al definir su equipo de trabajo se sabrá si fue inclusivo en cuestión de género, perfiles notables y segmentos discordantes, o bien opta por instalar otras camarillas de poder que le cuiden la espalda en lo particular aunque dejen desprotegida a la UAS en lo general. Guarecerse en el golpismo, infundio, autoritarismo e ira lo llevará al mismo punto del que providencialmente fue rescatado.

    Permitamos pues que corra la cuenta regresiva del segundo cuatrienio de Jesús Madueña, deseando que fundamentalmente sea en la UAS el tiempo esplendoroso para rescatarla como reserva moral de todo un pueblo, ya no más rapiñas de feroces gavillas políticas. Tantas voluntades y consensos que hagan posible borrarle al alma mater cicatrices como aquellas que, por ejemplo, le tatuó en el rostro la narcopolítica.

    Ojalá que el acto emotivo del Auditorio de la Autonomía Universitaria honre el pomposo nombre del inmueble y signifique la cancelación del continuismo pernicioso que bastante daño le causó al a la histórica aspiración del sursum versus. Que las palabras de dos actores políticos, Madueña y Rocha, que estuvieron confrontados durante más de un año, estén a la altura de los compromisos a cumplir para reponerle las alas al ave que ansía retomar el vuelo hacia la cúspide.

    Reverso

    Que sea su inicial premisa,

    Remozar a la Universidad,

    Demoler, Rector, la cornisa,

    De corrupción y opacidad.

    Alianza bajo la lupa

    Pacto, acuerdo o lo que sea, se notó ayer la nueva etapa en la relación bilateral con la confianza con la cual regresó el Gobernador Rubén Rocha a los recintos uaseños al exponer que “juntos debemos lograr que prevalezca la grandeza de nuestra Universidad y acrecentarla cada vez más; va a haber buenos tiempos y esos buenos tiempos los vamos a compartir”, y la cordialidad rozando el agradecimiento con que lo recibió el Rector Jesús Madueña, quien dijo que “nuestra gratitud hacia usted y su gobierno por hacerse presente en momentos claves de la vida institucional y apoyarnos en la atención de situaciones especialmente difíciles”. Por eso la interrogación de si valió la pena ablandar los procesos de la justicia para fortalecer los principios esenciales de la UAS. Estamos por saberlo.