Manatíes: guardianes que nos recuerdan la fragilidad del Golfo de México

Atarraya
18/11/2025 04:01
    La existencia de los manatíes en el Golfo de México está amenazada. Además de los derrames de petróleo, enfrentan pérdida y fragmentación de hábitat, choques con embarcaciones, contaminación de cuerpos de agua, mortalidad incidental por redes de pesca y el cambio climático.

    ¿Qué ves cuando cierras los ojos e imaginas el Golfo de México? Probablemente pienses en el mar, en playas donde has vacacionado, en peces, quizá en contaminación o en las enormes plataformas petroleras que parecen dominar el paisaje.

    Pero pocas veces imaginamos que el Golfo de México también es hogar de uno de los mamíferos marinos más carismáticos del planeta: el manatí antillano (Trichechus manatus manatus), una especie en peligro de extinción y símbolo viviente de los ecosistemas costeros que necesitamos proteger.

    Este herbívoro gigante puede llegar a medir hasta 3 metros de longitud y pesar más de 500 kilos. Se alimenta principalmente de vegetación acuática como pastos marinos, hojas de manglar e incluso algas. Su dieta contribuye a controlar el crecimiento de las plantas acuáticas, mejorar la calidad del agua y mantener saludables los ecosistemas donde viven.

    Sin embargo, su existencia está amenazada. Los manatíes enfrentan pérdida y fragmentación de hábitat, choques con embarcaciones, contaminación de cuerpos de agua, mortalidad incidental por redes de pesca, y el cambio climático. Y en el caso específico del Golfo de México, el desarrollo petrolero representa una amenaza creciente. Las exploraciones sísmicas, derrames de petróleo y expansión de infraestructura costera alteran los hábitats sensibles donde viven y se alimentan.

    En México, históricamente se distribuía en todos los estados con costa en el Golfo de México, pero debido a la sobrexplotación que sufrió en el pasado y a la degradación acumulada de su hábitat, su distribución se ha reducido y fragmentado. Hoy se concentra principalmente en ciertas regiones del Caribe y del Golfo de México.

    Existe información de que el manatí fue una especie ampliamente explotada por las culturas mayas y olmecas en las costas del Golfo de México y Mar Caribe, práctica que fue adoptada más tarde por los españoles en la época de la colonia.

    Esta relación histórica nos recuerda que el vínculo entre los seres humanos y esta especie ha sido largo y complejo, y hoy en día se transforma en una responsabilidad compartida por su conservación.

    De acuerdo con estudios recientes, muchas de las áreas donde aún habita el manatí antillano coinciden con zonas de alto valor ecológico y social, por lo que su protección podría beneficiar no solo a esta especie, sino a muchas otras que comparten el ecosistema.

    Por eso, desde Oceana México queremos invitarte a imaginar un futuro diferente para el Golfo de México. Un futuro en el que el Golfo no se asocie solo con petróleo, sino con vida marina, abundancia, y especies como el manatí que aún pueden recuperarse si actuamos a tiempo.

    Firma nuestra petición para proteger su hábitat y de otras mil 500 especies más que incluyen a las tortugas, a los arrecifes de coral y a las generaciones que vendrán.

    La autora es Mariana Reyna, coordinadora de Ciencia de Oceana en México.