México, sin atender el cambio climático

    En México se sufren efectos terribles del cambio del clima: primero con una sequía que está dejando sin agua para tomar el centro del país y sin agua para sembrar en el norte; se está secando el Sistema Cutzamala y el conjunto de presas y afluentes que proporcionan agua para la zona metropolitana y las poblaciones de los estados colindantes, con más de 30 millones de habitantes. No hay ni siquiera pipas para proporcionarles agua y menos se había previsto alguna forma de emergencia hidráulica; el resultado es que no hay agua ni para tomar... ¿Qué está haciendo México?

    El periódico Noroeste publicó el pasado miércoles la inquietante y muy repetida noticia sobre el problema del clima a nivel mundial, citando el informe de la Organización Meteorológica Mundial en el que se confirma que “2023 fue el año más cálido desde que hay registro con 1.45 grados por encima de los niveles preindustriales” y “se han batido récords en los niveles de gases de efecto invernadero, el calor y la acidificación de los océanos, así como del deshielo de la Antártida y los glaciales”. Cabe preguntarse ¿qué está haciendo México, su gobierno, sus organizaciones y los ciudadanos para detener o siquiera mitigar los efectos del cambio del clima a nivel local?

    En México se sufren efectos terribles del cambio del clima: primero con una sequía que está dejando sin agua para tomar el centro del país y sin agua para sembrar en el norte; se está secando el Sistema Cutzamala y el conjunto de presas y afluentes que proporcionan agua para la zona metropolitana y las poblaciones de los estados colindantes, con más de 30 millones de habitantes. No hay ni siquiera pipas para proporcionarles agua y menos se había previsto alguna forma de emergencia hidráulica; el resultado es que no hay agua ni para tomar.

    ¿Qué está haciendo México? Uno de los causales de la escasez de agua es la falta de lluvias que repondrían el consumo de líquido en presas, ríos y afluentes, ante lo cual, hace un par de meses se publicaron en el Diario Oficial de la Federación los 20 Decretos con los que se creaban más áreas naturales protegidas, lo que se calificó como “...un día histórico en la conservación del medio ambiente... con 20 nuevas áreas naturales protegidas, sumando 43 en lo que va de la actual administración...”. Lo anterior se ve y se oye bien, excepto por las constantes noticias de incendios forestales y de la incontrolada tala de árboles, como está sucediendo en los bosques del Estado de México y los 7 millones de árboles que según Fonatur se talaron por el Tren Maya. Sin árboles, no hay agua.

    Las repetidas emergencias por el exceso de CO2 en la zona metropolitana denuncian el poco interés de gobernantes e industriales por aplicar la ley en el control de la emisión de CO2. De acuerdo con Semarnat, en México se emiten más de 700 millones de toneladas anuales de Dióxido de Carbono, ocupando el lugar 13 a nivel mundial.

    México sigue quemando carbón y combustóleo para generar energía y Pemex sigue quemando gas natural en sus pozos; no hay tampoco una clara aceptación de la energía limpia, pues constantemente se niegan o se obstruccionan permisos para generar energía solar y eólica. Según noticia de enero en El Universal, la CFE busca subir la generación de energía con carbón desde un 3.3 a un 6 por ciento de la generación total.

    Lo anterior se contrapone con la colocación de un bono verde por 2 mil millones de euros para cumplir los objetivos de desarrollo sostenible, noticia que también se contradice con las declaraciones de la SENER, de no aprobar los proyectos de energía renovable por su característica de “intermitente”.

    Agréguese también el retraso reconocido por la Asociación Mexicana de Hidrógeno en la producción de hidrógeno verde, que sería también una ayuda para disminuir los niveles de CO2.

    En general son muy pobres los resultados de las decisiones positivas del gobierno comparadas con el daño terrible que están ocasionando las acciones negativas dada la gravedad del problema, por lo que no se alcanzarán los compromisos en los Acuerdos de París y en la reciente COP-28.

    Si el cambio climático se debe entre otras causas también a la insensata acción humana, se propone cambiar “...10 hábitos que dañan el ambiente”, según suplemento de El Universal:

    1. Tirar basura en la vía pública

    2. No separar bien la basura, principalmente entre orgánicos e inorgánicos

    3. Usar el agua irresponsablemente utilizando manguera para regar patios y jardines o para lavar autos

    4. No cerrar bien las llaves del agua, por ejemplo, al lavar la loza o cepillarse los dientes

    5. Utilizar irresponsablemente bolsas de plástico

    6. Utilizar botellas de plástico hasta para beber agua

    7. Usar desodorante en aerosol

    8. Emplear el auto para todo. Los autos generan el 18 por ciento de las emisiones de dióxido de carbono

    9. Arrojar residuos al retrete como el papel sanitario

    10. Arrojar las baterías usadas al suelo o a la basura

    Es nuestra responsabilidad mejorar nuestros hábitos de consumo y de convivencia para dañar menos el medio ambiente.

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    cp_rafaelmorgan@hotmail.com

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