Modelo de coproducción de Norteamérica: una alternativa ante la incertidumbre

20/12/2025 04:01
    El entorno internacional actual representa una encrucijada para el comercio en general y la economía mexicana en particular. Por ello, las decisiones que se tomen en materia comercial deben ser precisas. El buscar diversificar los mercados para las exportaciones mexicanas es un paso que debe darse, aunque el contexto de inestabilidad global exige primero consolidar la adhesión del bloque económico de Norteamérica mediante la coproducción regional.

    En medio de un panorama internacional caracterizado por el auge de nacionalismos, guerras y contingencias como la pandemia de Covid-19, que ponen en jaque a las cadenas de producción y suministro a nivel mundial, queda claro que el modelo de la globalización se encuentra en crisis. México debe estar preparado ante turbulencias económicas derivadas de estos grandes cambios, a los que en particular se suma la guerra comercial y tecnológica que Estados Unidos mantiene contra China y que se comienza a ampliar a más miembros de los BRICS, 1 lo cual traerá incertidumbre en un momento de redefinición de poder entre potencias mundiales. Esta guerra comercial no es ajena a México cuando su principal socio comercial es Estados Unidos y las decisiones que se tomen serán definitorias para la región.

    México es el tercer socio comercial de Canadá, solo después de Estados Unidos y China, y es su mercado de exportación más importante en Latinoamérica. México y Canadá son los principales mercados de exportación para la mayoría de los estados de los Estados Unidos, lo que refuerza la profunda integración entre países (CCE, 2025). Esto demuestra la efectividad de lo que anteriormente fue el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y hoy es el T-MEC en términos de integración regional.

    Este es el punto de partida para comprender cuál es el margen de maniobra del país a escala internacional, y así decidir cómo afrontar un panorama económico incierto: ¿se debe buscar una mayor cohesión con el bloque regional y económico que es Norteamérica o, por el contrario, se tiene que optar por la diversificación de alianzas comerciales?

    Uno de los principales argumentos a favor de una mayor integración regional es el nearshoring, el cual se presenta como un elemento clave para la creación de empleos, sobre todo en México, debido a los menores costos de mano de obra respecto a los de Estados Unidos o Canadá. Esto hace viable para Washington realizar un decoupling de su comercio con China para transferir parte de su producción a México, a la vez que abre la posibilidad de fortalecer un modelo de coproducción entre los tres países de América del Norte. Nótese que se utiliza el término *fortalecer* en lugar de *iniciar*, debido a que esta forma de producción conjunta ya existe en la actualidad, destacando ante todo en el caso de la industria automotriz.

    Optar por profundizar esta alternativa conjunta se traduce a su vez en el establecimiento de cadenas de suministro resilientes a escala regional y en la integración vertical de las mismas. Esto es posible bajo el marco del T-MEC, debido a que fomenta el comercio intraindustrial como elemento clave de la cohesión.

    Por otra parte, conviene destacar que la forma en la que hasta ahora se ha dado la integración de las cadenas para un modelo de coproducción ha sido asimétrica; las actividades de ingeniería y diseño de motores se realizan en Estados Unidos, el ensamblaje en México, y otras actividades complementarias en Canadá. Dicho en otras palabras, si bien es cierto que México también se beneficia de este modelo que permite el T-MEC al estar basado en la cooperación, se puede apuntar a un esquema más equitativo en cuanto a las actividades que se desarrollan en cada país.

    Para ello, se debe incentivar el desarrollo de una industria nacional más competitiva, capaz de posicionarse a nivel internacional y de cooperar con otras industrias en lo regional, siendo una medida que permitiría la creación de más empleos para los mexicanos y una mayor participación en etapas clave del proceso de producción conjunto. Esto es, coproducir con énfasis en la mejora de las capacidades de la industria nacional.

    Así mismo, el actual panorama global, inestable por donde se le mire, indica que en estos momentos resulta mejor buscar mayor claridad económica, y para ello es plausible seguir apostando por priorizar al T-MEC como el tratado más importante que se tiene, y de apuntar al fortalecimiento de la cooperación, entre otros ámbitos, en lo comercial, a fin de asegurar estabilidad regional en este sector.

    Lo anterior puede verse como un requisito previo para entonces considerar más decisiones económicas, como una posible diversificación de socios comerciales a fin de reducir la gran dependencia que México tiene del mercado estadounidense. De esta forma, se puede lograr un efectivo esquema de cooperación regional mediante un modelo de coproducción competente en el plano internacional. Dicho de otra manera, lograr el desarrollo de un modelo de coproducción en América del Norte no es contrario a la diversificación comercial, son más bien procesos que deben ir de la mano: una vez que América del Norte se convierta en un sólido bloque de producción, tiene que aumentar sus exportaciones al resto del mundo.

    En conclusión, el entorno internacional actual representa una encrucijada para el comercio en general y la economía mexicana en particular. Por ello, las decisiones que se tomen en materia comercial deben ser precisas. El buscar diversificar los mercados para las exportaciones mexicanas es un paso que debe darse, aunque el contexto de inestabilidad global exige primero consolidar la adhesión del bloque económico de Norteamérica mediante la coproducción regional. Solo así se puede ampliar el alcance a nuevos mercados posteriormente. Al mismo tiempo, México debe buscar el desarrollo de una industria nacional más fuerte y capaz de participar en áreas de producción clave a fin de lograr un modelo de coproducción más justo.

    *Carlos Alberto Paredes Villegas es columnista en Politikmnte y desarrollador de software. Actualmente estudia la carrera de Relaciones Internacionales en la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP) y realiza sus prácticas profesionales en México, ¿cómo vamos?