Arturo Santamaría Gómez
santamar24@hotmail.com
No sabemos cuál será el balance general que entregará Morena cuando AMLO finalice el sexenio, y los diputados y alcaldes concluyan sus gestiones dentro de dos años y medio. Esos periodos serán suficientes para evaluarlos con la mayor objetividad posible. Mientras tanto, nuestras observaciones y juicios no pueden ser concluyentes, acaso lo son para el corto periodo que ya hemos experimentado.
En estos primeros seis meses, López Obrador, sus legisladores, gobernadores y alcaldes no le llenan el ojo a la inmensa mayoría de los comentaristas y observadores que externan sus puntos de vista a través de los medios tradicionales de comunicación; es decir, a lo que se ha dado por llamar “el círculo rojo”. La inmensa mayoría de ellos lo desaprueban y sus críticas son constantes. La opinión de las mayorías ciudadanas, es decir, “el círculo verde”, si nos apoyamos en lo que todas las encuestas arrojan, todavía es marcadamente favorable, aunque no con los altos tonos de los dos primeros meses. En términos comparativos con anteriores presidentes mexicanos y con los presidentes contemporáneos de otros países, el juicio hacia AMLO es sorprendentemente alto. Pocos, muy pocos primeros mandatarios reciben alrededor del 70 por ciento de aprobación por parte de los ciudadanos encuestados, después de seis meses de gobierno.
Lo anterior nos dice que los observadores profesionales de la política mexicana tienen una óptica muy diferente que la de la mayoría de los mexicanos. Lo que opinan los profesionales se acerca mucho más a lo que piensan lo que seguramente es el grueso de las clases medias altas y las elites económicas y sociales del País. Si leemos, por ejemplo, las opiniones de los lectores de El Norte y Reforma, diarios favoritos de las clases pudientes del área metropolitana de Monterrey y del Valle de México, veremos la plena coincidencia de juicios de lectores, la mayoría de los columnistas y la línea editorial de esos periódicos.
¿Por qué esta distancia de opiniones entre los medios de comunicación tradicionales y las mayorías ciudadanas?
Hay varias razones que lo expliquen, pero de inmediato puede afirmarse que, al margen del voto ideológicamente duro de AMLO, el cual oscila alrededor de la tercera parte del electorado, los programas de ayuda o asistencia a personas de la tercera edad y las becas a los jóvenes, son los que muy probablemente, en esta etapa, le conceden al habitante de Palacio Nacional la opinión favorable en las encuestas. Para estos sectores sociales la 4T son las mensualidades que reciben, aun con todos los contratiempos administrativos y organizativos que puede haber. El realismo de estas capas sociales es contundente, no deja mucho espacio para los razonamientos ideológicos o los juicios a las decisiones macroeconómicas, la creación de la Guardia Nacional, el combate al huachicoleo, las respuestas rasposas y las descalificaciones de AMLO a los periodistas u otros temas.
Si a lo dicho le agregamos el estilo comunicativo del hijo predilecto de Macuspana, el cual ha demostrado su encanto y eficacia entre los grupos populares, y ya no se diga entre los ideológicamente afectos, pues con esto podríamos encontrar una explicación a su todavía alta popularidad.
En esta columna he recurrido a comentar lo que sucede en Culiacán, Mazatlán y Los Mochis para analizar a Morena a nivel municipal y contrastarlo con el Gobierno federal, concentrándome en lo que hace “El Químico” en el puerto. Vuelvo a tomar el ejemplo.
Luis Guillermo Benítez, al igual que Estrada Ferreiro y Billy Chapman, no pasan la prueba del ácido de los círculos rojos locales y estatales, pero tampoco salen tan mal con los encuestados. Sin duda, la figura de AMLO influye en que la caída no sea tan fuerte; pero hablando específicamente del Alcalde patasalada vemos que da paladas de cal y arena. Al menos en el terreno declarativo toca puntos que han tenido un eco más positivo que negativo. Así fue en el caso del diferendo con los dueños de los Venados de Mazatlán y ahora lo vuelve a hacer cuando denuncia la corrupción en el sindicato de la Junta de Agua Potable. Los habitantes de la ciudad sabemos de esa conducta dañina desde hace mucho tiempo y en esta ocasión “El Químico” no se equivoca, así que habrá que respaldarlo, esperando que el asunto no quede en mero ruido mediático como ya ha sucedido en otros señalamientos de corrupción local. Pero, además, “El Químico” recurre a acciones populistas muy efectivas, como el hecho de cooperar con la mitad del precio para comprar una estufa a una señora que nunca había tenido una. Estos hechos que a las clases medias y altas les pueden parecer intrascendentes y tontas no lo son para los de abajo, y si un político las maneja bien las respuestas favorables son muy grandes.
“El Químico” busca imitar a AMLO a pie juntillas en el estilo declarativo, en el manejo de imágenes, y en la denuncia de la corrupción. El Presidente ya empezó a perseguir en serio a los corruptos. Esperamos que el Alcalde mazatleco lo empiece a hacer pronto para que las encuestas reflejen hechos de gobierno positivos.
Posdata
Nuevamente la UNESCO, ISIC y el Instituto de Cultura de Mazatlán organizan un evento de gran relieve: “Creatividad y turismo cultural para el desarrollo urbano sostenible”, en el que participarán destacados estudiosos y funcionarios de varias ciudades creativas de Europa, Estados Unidos, Sudamérica y México. Esta reunión se llevará a cabo en el Museo de Arte los días 5, 6 y 7 de junio a partir de las 10 de la mañana. Están invitados. La entrada, previo registro, es libre.
