El cantante francés Charles Aznavour (cuyo nombre original era Shahnourh Varinag Aznavourián Baghdasarian, por su origen armenio) popularizó infinidad de canciones que hablan del amor, de la nostalgia, de la melancolía de perder al ser amado.
En una ocasión, Aznavour, quien falleció en 2018 a los 94 años y fue conocido como “Embajador de la canción”, expresó: “la canción francesa tiene una especialidad, se basa en el texto. La música que la acompaña es un soporte. Mis canciones hablan al corazón, a la mente... y a las piernas. Es la combinación más sutil”.
Sus números hablan por sí solos: grabó más de 2 mil canciones, de las cuales, mil 200 compuso él mismo; publicó aproximadamente 300 discos en ocho lenguas; vendió más de 200 millones de álbumes, ofreció conciertos en 94 países y cantó casi hasta morir. A punto de cumplir 93 años fue capaz de emocionar totalmente al público argentino que llenó el Teatro Gran Rex.
Impulsado en sus inicios por Edith Piaf, se consolidó con el éxito de muchas canciones, entre las que podemos citar: Morir de amor, She, Venecia sin ti, No te olvidaré jamás, Todo terminó, La bohemia, Los emigrantes, Quién, entre muchas otras.
Por ser Día del Amor y la Amistad, queremos recordar, también, la depresión que sobrecogió a Antonio Machado al fallecer su esposa, Leonor Izquierdo: “La muerte de mi mujer dejó mi espíritu desgarrado. Mi mujer era una criatura angelical segada por la muerte cruelmente. Yo tenía adoración por ella; pero sobre el amor, está la piedad. Yo hubiera preferido mil veces morirme a verla morir, hubiera dado mil vidas por la suya. No creo que haya nada extraordinario en este sentimiento mío. Algo inmortal hay en nosotros que quisiera morir con lo que muere”.
¿Muero de amor?