¿Organizaciones no lucrativas
o empresas sociales?

BANCO DE ALIMENTOS

    Una organización sin ánimo de lucro, también llamada institución de asistencia privada, asociación civil, institución filantrópica, u organización no gubernamental, es una entidad cuyo fin no es la persecución de un beneficio económico, sino que persigue principalmente, una finalidad social, altruista, humanitaria o comunitaria.

    La mayoría de las organizaciones no lucrativas subsisten a base donaciones, sin embargo, también hay las que tienen recursos autogenerados, que en teoría es a donde deberíamos emigrar paulatinamente todas las instituciones no gubernamentales.

    Las empresas lucrativas de cualquier giro, presentar muchos problemas para subsistir, inclusive la esperanza de vida a nivel general de una PyME es de 7.8 años, ahora imaginen las dificultades para subsistir y crecer que sortea una organización que no lucra.

    Nuestros estatutos nos prohíben lucran y moralmente inclusive sería incorrecto, pero definitivamente algo que debemos empezar a reflexionar es nuestros métodos económicos de subsistencia, sobre todo si queremos dar un salto, migrar a ayudar a más personas, de una manera autosustentable y autosostenible.

    ¿Las organizaciones civiles deberíamos verlas y trabajarlas como empresas sociales? Es decir, no dejar de lado nuestra intervención a las problemáticas sociales de manera no lucrativa y con alto sentido humano, pero sí o sí buscar diferentes y nuevas formas de financiamiento que nos permitan dejar de ser dependientes de grandes donadores.

    Las fuentes de financiamiento para una organización no lucrativa son muy limitadas, pero tal vez es porque seguimos buscando alternativas convencionales y hoy en día ya no se puede depender de donaciones, ya no alcanza, es insuficiente. Las organizaciones les pedimos apoyo a las mismas empresas, al mismo empresario, eso vuelve insuficiente el recurso a corto y mediano plazo.

    Los Bancos de Alimentos dependemos en su mayoría de empresas del sector alimentario y agro, pero dichas empresas cada vez están reduciendo más las donaciones y claro, es completamente entendible. Las empresas se dedican a vender, no a donar, y los procesos de cada una van mejorando, donde se done o desperdicie lo menos posible.

    Ante ese panorama no tan alentador a mediano y largo plazo, no suena mal la idea de plantearse la posibilidad que los Bancos produzcan o procesen el alimento que se done, disminuyendo con ello la dependencia de la donación o previendo porque no, que en su momento ya no la haya.

    Podemos seguir dependiendo de donativos, pero la cuestión aquí es; ¿El recurso alcanza? ¿Bajo este esquema de dependencia disminuiremos gradualmente la pobreza? ¿Las donaciones serán ilimitadas? Sin duda las organizaciones no lucrativas debemos replantearnos nuestras formas de financiamiento y sostenibilidad para poder subsistir y sobre todo crecer.

    Sin duda la subsistencia de las organizaciones va más allá de generar diferentes y sustentables formas de financiamiento, estos esfuerzos deben ir acompañados de la profesionalización en nuestro trabajo, incluir a la sociedad cada vez más en la organización, generar alianzas con más empresas y generar conciencia empresarial.

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