Para no perder la brújula

    Dejar las culpas y las disculpas para los políticos, ponerse las botas, el casco, los guantes, la bata o mandil. Claro que queremos y merecemos vivir en paz, claro que queremos vivir sin violencia, lejos de las armas y las balas, vivir en una tierra donde la ley se cumpla parejo.

    Los datos en materia de seguridad publica señalaban hasta el 31 de diciembre de 2022 avances importantes en la materia. La estrategia del gobierno de Rubén Rocha Moya, si se quiere ver de esa manera, era la correcta porque según datos del Secretariado Ejecutivo y la Fiscalía General del Estado, los delitos de: feminicidio -50 por ciento, homicidio doloso -21 por ciento, robo a banco -14 por ciento, robo a vehículo -12 por ciento y privación de la libertad -6 por ciento cerraron el año en franca reducción comparados respecto a 2021 y con tendencia decreciente a años anteriores.

    Fue una discusión en un chat entre viejos amigos universitarios, que me decían que tuviera cuidado por vivir en donde vivo. Agradeciendo sus siempre sinceros deseos, les comenté, que lejos del episodio de hace una semana, en el que evidentemente todos tuvimos miedo de salir a la calle por el ambiente que se vivía, los números en materia de seguridad pública para nuestro estado pintaban una realidad incluso más promisoria que la de las entidades donde ellos hoy radican. Salvando del grupo a dos colegas, uno que se quedó en Salamanca casado con una antropóloga castellana y otro en. -El primero en Castilla y León, no Guanajuato, si no, también sería parte de la estadística a la que hago referencia-

    El grupo de whatsapp de mis colegas es semejante al de todos los demás, como el que seguramente tiene usted con sus amigos o familia amable lector, en donde se habla acaloradamente de temas del cotidiano, de chacoteo, de risa y tristezas, con bromas de futbol y deportes, de cotilleo de las noticias en boca de todos y de vez en cuando de trascendencias que vale la pena reflexionar para no perder la brújula.

    ¿Qué va a pasar cuando la bonanza económica de tu estado se caiga a pedazos por la incertidumbre que genera la inseguridad? ¿O me vas a decir que las carreteras de Sinaloa son seguras para transitar?

    Debo confesar que para un sinaloense orgulloso de serlo, resulta difícil exponer sin adjetivos, que en efecto, sacando el evento del jueves negro, donde la situación vivida fue una acción que no sucede de manera cotidiana, que los datos están ahí, y que no es una “percepción” mía sino una realidad, que, por ejemplo en el delito de robo a transportista, por aquello de la preocupación de mis amigos por los empresarios que perdieron sus cargas el jueves pasado en Sinaloa en 2021 y 2022 hubo menos de 5 denuncias por ese tipo de delito, mientras que en el Estado de México 4,697, 1,120 Puebla y 1,073 en Michoacán y que, con esos datos, podría yo asegurarles que para sus “preocupaciones” Sinaloa es seguro para transitar, porque no hay tal riesgo de robo de mercancías.

    Ahora bien, tampoco podemos negar que la semana pasada en esa situación extraordinaria, producto de los hechos por todos conocidos, en menos de 48 horas se robaron el equivalente a lo de un mes de automóviles y que el personal de la agencia especializada de la policía de investigación, apenas se deba abasto en colas interminables de ciudadanos afectados que uno a uno, presentaban formal denuncia de los hechos para efectos del cobro del seguro o la baja de los vehículos, que según se ha dicho, aquellos que no tenían una póliza de cobertura amplia podrán solicitar un apoyo para recuperar parte de su patrimonio. Ojalá sea así por el bien de las familias, sobre todo de aquellas que menos tienen y les tocó las de perder en una situación completamente ajena a ellas.

    Por último, y tope en eso, está nuestra capacidad para seguir adelante. Darle la vuelta a la página y retomar el curso de nuestras actividades diarias, regresar a las escuelas, a los trabajos, a las obras y a las labores productivas que mantienen nuestra economía viva. Dejar las culpas y las disculpas para los políticos, ponerse las botas, el casco, los guantes, la bata o mandil. Claro que queremos y merecemos vivir en paz, claro que queremos vivir sin violencia, lejos de las armas y las balas, vivir en una tierra donde la ley se cumpla parejo.

    Mis colegas del whatsapp tienen un estigma contra Sinaloa, que aun con datos en mano es difícil cambiarles la opinión, de una cosa no tengo duda, las y los que superando sus miedos se han atrevido a venir, todos absolutamente todos, han regresado a esta tierra donde el que siembra una amistad, lo hace una vez y para siempre. Luego le seguimos...

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