Como dice el dicho, “después de ahogado el niño quieren tapar el pozo”. En este caso, después del accidente sufrido por una joven española que fue ampliamente difundido en los medios y redes sociales, del cual resultó con lesiones en su cara, ahora las autoridades municipales andan buscando que hacer para evitar que se repita este evento.
Como siempre que pasan cosas de este estilo, la primera reacción del Ayuntamiento local bueno para nada fue comprometerse a “estudiar” el asunto para ver qué podían hacer.
Creo que todos esperábamos que, mientras “estudian” el asunto, desde el Ayuntamiento se girarían instrucciones para que de inmediato se asignaran a policías municipales o tránsitos a lo largo de la ciclovía, para que pusieran orden entre los usuarios de patines eléctricos, lo que por supuesto no han hecho.
El accidente que sufrió la joven española genera responsabilidades legales de diversa índole. Por un lado, puede constituir el delito de lesiones cuya pena se vería agravada porque al parecer el culpable se dio a la fuga y se encontraba en estado de ebriedad.
Por otro lado, puede generar responsabilidad civil para el culpable y condenarlo a pagar los daños a la salud, los daños patrimoniales y el daño moral causado, esto último incluyendo daños punitivos porque las lesiones posiblemente dejen una cicatriz en la cara.
Los responsables de reparar los daños a que me refiero son no sólo la persona que iba conduciendo el patín eléctrico, sino también el propietario de ese instrumento al aplicarle a este lo que en el mundo del derecho se conoce como responsabilidad objetiva por riesgo creado.
Esta última consiste en la responsabilidad civil que tienen todos los propietarios de aparatos que, por su uso o movimiento, pueden causar daños a terceros.
Por ejemplo, el propietario de un automóvil tiene responsabilidad civil y debe reparar los daños causados, aunque no haya sido el quien conducía el vehículo.
Regulación legal existe y es suficiente no sólo para lograr la reparación de los daños causados por este tipo de accidentes y responsabilidad penal en su caso. Pero lo realmente importante es la prevención y esta es tan sencilla como asignar cada cierta distancia a elementos de la policía municipal o tránsito a lo largo de la ciclovía para que sancionen a los que usen patines eléctricos o algún otro artefacto móvil a velocidad inmoderada. ¿Lo hará la Alcaldesa o, como siempre, ignorará el problema?