Pepe Mujica...

18/05/2025 04:01
    Como Presidente de la República uruguaya, Pepe Mujica le dio buenos resultados a los gobernados y si bien es cierto que navegó por la corriente de la izquierda, siendo activista de la misma, incluso como guerrillero, entendió que el sector empresarial era el generador de riqueza.

    Uruguay, territorialmente, es un país pequeño, ya que en cuanto a superficie anda por los 176 mil 215 kilómetros cuadrados, un poco abajo del solar que ocupa nuestro vecino estado de Sonora. Su población, según el censo nacional 2023, rondaba los 3 millones y medio de habitantes.

    De acuerdo con datos del Banco Mundial, Uruguay tiene una economía sólida, basada en la industria agropecuaria de exportación, con bajos índices de marginalidad, gracias a una gestión gubernamental transparente y efectiva, lo cual, combinado con la baja criminalidad, con apenas 379 crímenes en el 2024, hacen que el pequeño país sudamericano sea un buen lugar para vivir. Situación de bienestar social que se simboliza en el radiante sol que engalana a su bandera.

    Uruguay tiene una larga historia y por supuesto, una estela de hijos ilustres, entre los cuales, se destacan los poetas Mario Benedetti y Juana Ibarbourou y el escritor Eduardo Galeano. A estos creadores también se une la presencia de un político que se instituyó como un referente mundial de congruencia, honestidad y austeridad, José Alberto Mujica Cordano, conocido popularmente como Pepe Mujica, quien fue Presidente del Uruguay en el período comprendido del 1 de marzo del 2010 al 1 de marzo del 2015.

    Pepe Mujica llegó a ser motejado como el Presidente más pobre del mundo, ya que su vida personal estuvo marcada por la austeridad en congruencia con su convicción de transitar la vida de modo ligero, es decir, no atado al consumismo ni a los bienes materiales, de esta manera, su popular automóvil “Vocho” también le daba validez a sus convicciones.

    Mujica fue solidario con los más necesitados y, en favor de ellos, durante su gestión presidencial donaba el 90 por ciento de su salario, considerando que con el resto le alcanzaba para mantener su hogar, acompañado de su esposa Lucía Topolansky Saavedra, la cual llegó a ocupar la Vicepresidencia deUruguay.

    Como Presidente de la República uruguaya le dio buenos resultados a los gobernados y si bien es cierto que navegó por la corriente de la izquierda, siendo activista de la misma, incluso como guerrillero, entendió que el sector empresarial era el generador de riqueza. Al respecto, en alguna ocasión literalmente dijo lo siguiente: “Yo no criminalizo a los capitalistas. Soy socialista pero no soy bobo. Ellos generan riqueza y yo les cobro impuestos para repartir al pueblo”.

    Después de su gestión presidencial, Mujica y su esposa se retiraron a vivir a su modesta finca ubicada en la periferia rural de Montevideo, en la cual se dedicaba a la agricultura de granos en pequeña escala, acompañado de su esposa y por muchos años por su perra, de nombre Manuela.

    En los últimos años, era frecuente la presencia de Mujica a través de las redes, con mensajes poderosos cargados de amor a la vida, al prójimo y lealtad a las convicciones. Por ejemplo: “Si sos joven, tenés que saber esto: la vida se te escapa minuto a minuto, y no podés ir al supermercado a comprar vida. Entonces, lucha por vivirla, por darle contenido”. Pepe Mujica quedará como referente de un genuino hombre de izquierda y no como los que abundan en México (muchos de ellos en la 4T) que se desgañitan gritando que son gente de alta sensibilidad social, mientras que se bajan los supuestos ideales con delicados vinos de mesa y descansan sus traseros en mullidos sillones. ¡Seguramente Pepe descansa en paz!