Periodismo en Sinaloa: otra vez en riesgo. La alerta de Imelda Castro en el Senado

OBSERVATORIO
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    Si bien es cierto que los medios y comunicadores no somos la noticia sino los mensajeros de éstas, sí le incumbe a la opinión pública enterarse de las amenazas contra la libertad de expresión que merman el derecho ciudadano a la información, peligro que emana de la intolerancia de quienes desde la delincuencia y corrupción organizadas se hallan en la tentación permanente de eliminar al periodismo crítico, el de investigación y denuncia.

    Como medida de anticipación a los ataques contra periodistas y medios, que retoman fuerza a raíz de los reportajes de investigación sobre el manejo irregular de recursos públicos en la Universidad Autónoma de Sinaloa, resulta pertinente el punto de acuerdo que la Senadora Imelda Castro empujó en la Cámara alta para que se activen las acciones de prevención y alertas oportunas, así como las instancias de sanción al delito hagan lo conducente, “para evitar que se escale de la estigmatización a la agresión directa”.

    La legisladora del Movimiento Regeneración Nacional, que de septiembre de 2020 a agosto de 2021 se desempeñó como Vicepresidente de la Cámara de Senadores, es directa en el planteamiento que “exhorta de forma respetuosa a su autonomía a las instituciones de procuración e impartición de justicia de Sinaloa, así como a la Fiscalía Especial para la Atención de los Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión, para que realicen las investigaciones correspondientes en el marco de sus atribuciones, e instrumenten las sanciones que se deriven”.

    “La Comisión Permanente del Congreso de la Unión se solidariza con los medios de comunicación de Sinaloa, Noroeste y Revista Espejo, así como con los nacionales, Animal Político y Sin Embargo, ante las campañas de desprestigio de las que son víctimas por parte del principal dirigente político del Partido Sinaloense, Héctor Melesio Cuén Ojeda“, señala el posicionamiento.

    Esto deriva de dos antecedentes. El primero tiene que ver con la alerta que en junio de 2018 emitió la organización internacional Artículo 19, que defiende la libertad de expresión, por el alto riesgo que derivó de mensajes vía WhatsApp y publicaciones en páginas en Facebook de Proyecto 3, Gremio y Mujeres por Sinaloa, por contener campañas de desprestigio contra periodistas e integrantes de la Red Rompe el Miedo, entre éstos Gabriela Soto, Gilberto Ceceña, Ernesto Hernández, Héctor Ponce, María Teresa Guerra, Guillermo Ibarra y José Alfredo Beltrán.

    El segundo soporte del punto de acuerdo es la investigación periodística que evidenció el número de teléfono vinculado con el pago de pautas en la plataforma de Facebook que realizan sitios digitales identificados como Proyecto 3, Mujeres por Sinaloa, Parlamento Universitario, 4T Ruta 2021 y Gremio, desde el cual fueron impulsados los contenidos con el propósito de calumniar y desprestigiara periodistas, políticos, activistas y analistas locales. Desde el mismo origen telefónico el PAS publicitó actividades del partido y de su líder Cuén Ojeda.

    En el planteamiento senatorial se exhorta al Instituto para la Protección de Personas Defensoras de los Derechos Humanos y Periodistas de Sinaloa y al Gobierno del Estado para que en el marco de sus atribuciones activen y refuercen los sistemas de prevención y alerta oportuna con tal de evitar que las agresiones dirigidas a periodistas y activistas, escalen de la estigmatización a la agresión física directa.

    Si bien es cierto que los medios y comunicadores no somos la noticia sino los mensajeros de éstas, sí le incumbe a la opinión pública enterarse de las amenazas contra la libertad de expresión que merman el derecho ciudadano a la información, peligro que emana de la intolerancia de quienes desde la delincuencia y corrupción organizadas se hallan en la tentación permanente de eliminar al periodismo crítico, el de investigación y denuncia.

    Precisamente de tal coyuntura de riesgo se habló en el conversatorio “Avances y Retos de los Mecanismos de Protección de Periodistas y Defensores de Derechos Humanos” que el viernes se realizó en conmemoración del primer aniversario de la publicación de la Ley para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas del Estado de Sinaloa, donde expuse en lo personal sobre la burbuja de peligro que se abre en el contexto donde se dan a conocer probables malos manejos presupuestales en la UAS con vinculaciones al brazo político de la Universidad que es el Partido Sinaloense.

    En ese foro los panelistas Israel Hernández Sosa, titular de la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas de Veracruz, el modelo que ha inspirado a otros estados a crear similares instituciones autónomas; Jhenny Judith Bernal Arellano, Directora del IPPPDDH de Sinaloa, anfitriona del conversatorio, y Leonel Aguirre Meza, presidente de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos de Sinaloa, coincidimos en que el reto consiste en ganar la confianza de los sujetos protegidos y el apoyo de la sociedad civil.

    Vale aquí la acotación pertinente de que no es la UAS en sí la que agrede a la libertad de expresión, pues se trata de personajes o camarillas que se escudan en la casa de estudios o que desde rincones lóbregos del campus enderezan jornadas de denostación con el propósito de mermar la calidad moral de periodistas y tribunas creíbles y de profesionalismo probado reduciéndolos al nivel ruin en el que cohabitan los facinerosos “comunicadores”.

    Y sí. Ojalá que como lo plantea la Senadora Castro no traspasen el umbral de la estigmatización, animándose a perpetrar la agresión física directa.

    Reverso

    Al ver expuesta su inmundicia,

    Al poderoso le ha fascinado,

    Redactar él mismo la noticia,

    De otro periodista inmolado.

    Cuidarlas entre todos

    Por fortuna no pasó a mayores la situación de peligro en que estuvieron integrantes del colectivo Sabuesos Guerreras mientras realizaban el 26 de mayo labores de búsqueda de víctimas de desapariciones forzadas en la comunidad de La Palma, Navolato, cruzándose en su camino un convoy de vehículos con gente armada. Sí vivieron momentos de alto riesgo y en vez de poner en duda tal vulnerabilidad de los azadones y palas frente a armas de grueso calibre hay que centrarse en prevenir que estén a salvo estas luchadoras sociales. Las queremos siempre ilesas.

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