¿Por qué escribo?

ÉTHOS
11/06/2022 04:18
    Escribir es navegar en mi humilde barcaza por el océano de las letras. Es precipitarme sin salvavidas en el Niágara de mi existencia. Es dejarme engullir por el remolino del significante y del significado. Es nadar con las musas del tiempo en los mares del ayer, del hoy y del mañana impulsado por la marea del eterno retorno.

    Varias personas preguntan por qué escribo. Se me dificulta responder; es algo adictivo y vital. Escribo para ser, para comunicar, para no fenecer y jamás claudicar. No busco trascender o ser reconocido, sino reflexionar, compartir y encontrar sentido a lo que vivo.

    Escribir es navegar en mi humilde barcaza por el océano de las letras. Es precipitarme sin salvavidas en el Niágara de mi existencia. Es dejarme engullir por el remolino del significante y del significado. Es nadar con las musas del tiempo en los mares del ayer, del hoy y del mañana impulsado por la marea del eterno retorno.

    Sin embargo, prefiero apoyarme en prestigiados escritores, como Gesualdo Bufalino: “Se escribe para recordar, para ser recordado, para vencer la amnesia, el silencio, el agujero oscuro del tiempo. Se escribe también para no morir, para durar. Se escribe como medicina, para consolarse, para consolar. Para volver inofensivo al dolor. Se escribe para ser feliz, se escribe para testimoniar, para dejar testamento de uno. Se escribe para jugar. Se escribe para darle un sentido a la insensatez del mundo. Para evocar. Para bautizar las cosas, para prorrogar la vida, para persuadir, para seducir. Para profetizar. Para lavarse el corazón. Para conocerse, para saber quién somos”.

    Use Lahoz señaló: “Escribo para reflexionar y pensar y darle vueltas a la vida de personajes siempre más interesantes que la mía... Para un escritor vivir, fundamentalmente, es escribir. Escribo para estar en paz conmigo mismo... En fin: escribo porque aprendo, y así, a veces, parece que sigo estudiando”.

    Elvira Lindo precisó: “Pensé que escribir era mi oficio hasta que me di cuenta de que se trataba de algo más. Es un oficio, pero también una forma de vida. No sabría vivir sin escribir”.

    ¿Escribo para vivir y vivo para escribir?