|
"Opinión"

"¿Que cómo se hizo de mulas Pancho?"

""
07/03/2017 22:10

    Joel Díaz Fonseca

    El dicho popular que encabeza este artículo es utilizado para cuestionar el rápido e inexplicable enriquecimiento de una persona, generalmente funcionario público, dirigente político o líder sindical.
    La mayoría de quienes incursionan en cualquiera de esas actividades llegan para quedarse. Son incontables los casos de profesionistas, maestros y hasta empresarios que incursionaron en la política, en el servicio público o en el sindicalismo, con las mejores intenciones y acabaron siendo devorados por el sistema. Les gustó “la mala vida” y se quedaron a vivir del presupuesto.
    Cuando hacen sus “pininos” en alguna de esas actividades muchos se acogen a esa cínica petición al Ser supremo: “Diosito, no te pido que me des, sino que me pongas donde hay”. La sentencia no lo dice explícitamente, pero lo que buscan quienes se acogen a ella es que les den una chamba en el servicio público en la que puedan “manotear” a sus anchas.
    Es así como se han construido y se siguen construyendo enormes fortunas, que hacen palidecer la riqueza de jeques y sultanes. También así es como se han comprado y se siguen comprando o construyendo enormes mansiones, que compiten en lujo con los palacios de muchos potentados de todo el orbe.
    A la interminable lista de políticos que han amasado grandes fortunas al amparo del poder se añade ahora el nombre del Secretario General de Gobierno del Estado de México, José Manzur Quiroga, quien de acuerdo con una investigación de la agencia noticiosa Sinembargo, no solo posee una lujosa mansión, con un lago artificial edificado por el constructor de cabecera del Presidente de la República, el Grupo Higa, sino un zoológico privado, que resguarda numerosos caballos pura sangre, y una colección de 136 autos, “Ford Mustang la mayoría de ellos” según se describe.
    Manzur Quiroga, amigo del Presidente Enrique Peña Nieto y del ex Gobernador Arturo Montiel Rojas, pertenece al llamado Grupo Atlacomulco que ha gobernado por décadas el Estado de México, y lleva décadas amasando fortuna junto a su familia, al amparo del poder político.
    Militante desde 1955 del Partido de la Revolución Mexicana, antecedente del PRI, Manzur Quiroga se convirtió 22 años después en el líder del Movimiento de la Juventud Revolucionaria en Toluca, posición desde la cual comenzó a escalar en el servicio público. Como tantísimos políticos, no pidió que le dieran, sino que lo pusieran donde hubiera, y vaya que encontró cómo explotar esa mina de oro que es el servicio público.
    La historia de Manzur Quiroga en nada difiere de la de muchísimos políticos que han escalado posiciones importantes dentro del aparato burocrático, sacando muy buen provecho de ello.
    Con auditores, fiscales y jueces sin ninguna independencia del Ejecutivo y virtualmente sin dientes para sancionar, el acumulamiento de cuantiosas fortunas termina siendo para los gobernantes y sus colaboradores un juego de niños.
    La “Colina del perro”, del ex presidente José López Portillo; el “Partenón” de Arturo Durazo; la mansión de Arturo Montiel en Chamela, Jalisco; el Centro Fox, construido por el ex Presidente Vicente Fox, en San Cristobal, Guanajuato; la casa de más de 1.7 millones de dólares de la maestra Elba Ester Gordillo en California.
    El rancho de 3 mil 600 hectáreas, con una presa para almacenar 4 millones de metros cúbicos de agua, del ex Gobernador Guillermo Padrés Elías; y los departamentos de lujo con valor de 7 millones de dólares, y tres yates, valuado cada uno en 3 millones de dólares, en Cancún, propiedad de Carlos Romero Deschamps; la Casa Blanca de la señora Angélica Rivera, son apenas una pequeña muestra de que “sacrificarse” por los gobernados o por las bases sindicales es bastante redituable.
    ¿Cómo pueden gobernantes con sueldos de entre 70 mil y 100 mil pesos mensuales acumular en seis años o menos fortunas que rondan los 3 mil o 4 mil millones de pesos? ¿Cómo pueden hacerse de ranchos, haciendas y mansiones; y comprarles yates y autos de lujo a sus hijos?
    Cuando no se tiene vergüenza ni decencia, y se tienen en cambio, totalmente a su servicio, los órganos legislativos y las instituciones de procuración de justicia, cualquier gobernante puede hacer lo que le venga en gana con total impunidad.
    Javier Duarte, Rodrigo Medina, Roberto Borge, Ulises Ruiz, Mario Marín, Marco Antonio Adame, Emilio González, Fidel Herrera, Rodrigo Medina, y Ángel Aguirre se encuadran en esa lista de gobernadores que aseguraron un buen retiro, con fortunas que les aseguran un futuro holgado y una vida de lujos para sus hijos, sus nietos y sus tataranietos.
    ¿Qué cómo se hizo de mulas Pancho?, pues saqueando el erario, apropiándose de las cuotas sindicales, haciendo negocios desde el poder y a través de la política. Cuando están en el poder se les permite hacer todo, luego, ya que se marcharon, se simula una investigación y una persecución, para finalmente exonerarlos.
    Me temo que eso es lo que va a ocurrir en el caso de Mario López Valdez. Ahora se le investiga, mañana será exonerado.