¿Qué es el 'flow' y cómo encontrarlo?

06/08/2023 04:03
    alberto.kousuke@uas.edu.mx
    Aunque no existe un protocolo único que garantice el flujo, hay pasos que puedes seguir para aumentar tus posibilidades. Encuentra un ambiente tranquilo libre de ruidos o dispositivos que distraigan. Divide tus tareas en segmentos pequeños y específicos que sean fáciles de seguir y aprender.

    Un esgrimista gana su segundo set seguido, sintiendo que puede predecir el próximo movimiento de su oponente. Un músico trabaja para dominar una progresión de acordes, sin inmutarse por los errores mientras toca repetidamente las mismas cuatro barras. Una científica no nota que su alarma de la mañana suena fuerte desde la habitación de al lado, habiendo analizado datos durante toda la noche. Aunque cada una de estas personas está inmersa en una actividad diferente, que requiere habilidades y conocimientos específicos, las tres están experimentando lo que se conoce como “flow” o “flujo”, un estado mental único de participación sin esfuerzo.

    Y aunque es posible que no seas un científico o un atleta profesional, cualquiera puede experimentar el flujo y aprovechar sus beneficios. Aquellas personas que experimentan con más frecuencia el flujo informan niveles más altos de emociones positivas, creatividad y sentimientos de logro.

    Distintas investigaciones lo han relacionado con una mayor productividad, un aprendizaje mejorado y un rendimiento académico destacado. Pero, ¿qué es exactamente el flujo? ¿Y cómo podemos encontrarlo en nuestras vidas diarias?

    El flujo va más allá de simplemente concentrarse o prestar atención. Los psicólogos llegan al punto de definir el flujo como un estado alterado de conciencia con varias características definitorias.

    En primer lugar, quienes experimentan el flujo tienden a sentirse tan involucrados en una tarea que el tiempo parece pasar volando. No se distraen fácilmente. En contraste con los ciclos de procrastinación, cuando puede parecer imposible comenzar una actividad, durante el flujo puede resultar difícil detenerse. El flujo también tiende a disminuir los sentimientos de preocupación o autocrítica, fomentando así la creatividad. Y las personas informan de una sensación de unidad con lo que están haciendo, lo que permite un rendimiento óptimo. Además, estudios de imágenes cerebrales han demostrado que el flujo se acompaña de cambios en la actividad neural, especialmente en regiones que desempeñan un papel en la atención, la autoconciencia y la autoconsciencia. A pesar de décadas de investigación, todavía quedan muchas preguntas.

    ¿Cómo se comparan los cerebros de quienes están en el flujo con los de otros estados de conciencia, como la meditación? ¿El flujo que surge de actividades físicas como el deporte recluta las mismas áreas cerebrales que tareas más mentales como la escritura o las matemáticas? Y los científicos siguen trabajando para entender por qué algunas actividades tienen más probabilidades de provocar el flujo que otras. Aunque no lo sepamos con certeza, hay varias teorías.

    Por ejemplo, las personas informan con mayor frecuencia de experimentar el flujo cuando hacen cosas que les resultan intrínsecamente motivadoras, es decir, actividades en las que encuentran propósito, significado o disfrute. Esto puede incluir participar en un pasatiempo favorito, pero también abordar tareas gratificantes en el trabajo, estudiar temas interesantes o incluso completar tareas satisfactorias. Del mismo modo, puede ser más difícil encontrar el flujo en tareas que haces solo porque tienes que hacerlas, no porque quieras hacerlas.

    Otras investigaciones sugieren que el equilibrio entre el nivel de habilidad personal y el desafío de la actividad es clave para encontrar el flujo. En otras palabras, si una tarea es demasiado fácil, puedes distraerte o aburrirte. Si es demasiado difícil, puedes desanimarte. El clásico y cautivador juego de Tetris, por ejemplo, mantiene el equilibrio entre la habilidad y el desafío aumentando la velocidad de caída de los bloques a medida que los jugadores mejoran en el juego. Aún así, otros estudios sugieren que lo más importante es que las actividades tengan objetivos claros y te permitan evaluar tu progreso en el camino. Por ejemplo, practicar una canción te permite evaluar tu rendimiento con cada nota. Esto también podría explicar por qué las personas encuentran el flujo cuando juegan juegos de azar, aunque esos juegos no requieran habilidad. La retroalimentación momento a momento puede ser suficiente para motivar una participación profunda.

    Aunque no existe un protocolo único que garantice el flujo, hay pasos que puedes seguir para aumentar tus posibilidades. Encuentra un ambiente tranquilo libre de ruidos o dispositivos que distraigan. Divide tus tareas en segmentos pequeños y específicos que sean fáciles de seguir y aprender. Establece metas finales claras que sean desafiantes pero no frustrantes. Si encuentras la tarea tediosa, establece parámetros adicionales para aumentar el desafío. Por ejemplo, al lavar los platos, intenta terminarlos todos en un tiempo determinado. Al correr, intenta mantener el ritmo de una canción. Lo más importante, y quizás lo más frustrante, es no enfocarte demasiado en alcanzar el flujo. Esa distracción podría impedirte encontrarlo.