¿Qué es mejor, el cardio o las pesas?

    Más allá de la pérdida de peso, el entrenamiento muscular también ofrece una serie de beneficios para la salud metabólica y general. Estudios han demostrado que el entrenamiento de fuerza mejora la sensibilidad a la insulina y la regulación del azúcar en sangre, lo que puede ser particularmente beneficioso para las personas con diabetes tipo 2 o en riesgo de desarrollarla. Esta mejora en la salud metabólica no solo tiene implicaciones a corto plazo, sino que también puede reducir el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas a largo plazo, como enfermedades cardíacas y diabetes.

    En el mundo del fitness, la eterna rivalidad entre el cardio y el entrenamiento muscular ha estado en curso durante décadas. Tradicionalmente, el cardio ha sido considerado como el principal candidato para mejorar la salud cardiovascular y la pérdida de peso. Sin embargo, los avances científicos recientes están arrojando una luz reveladora sobre las ventajas únicas del entrenamiento muscular sobre el cardio, desafiando las percepciones convencionales y redefiniendo nuestro enfoque hacia el ejercicio físico.

    Una de las diferencias más destacadas entre el entrenamiento muscular y el cardio es su impacto en el metabolismo. Si bien el cardio quema calorías principalmente durante el ejercicio, el entrenamiento de fuerza va un paso más allá al inducir un fenómeno conocido como el efecto después del ejercicio. Este fenómeno se traduce en un aumento prolongado del metabolismo, donde seguimos quemando calorías incluso después de que la sesión de entrenamiento ha terminado. Esta elevación metabólica post-ejercicio se debe a la necesidad del cuerpo de reparar y reconstruir el tejido muscular dañado durante el ejercicio de fuerza, lo que resulta en una quema de calorías continua durante horas, e incluso días, después del entrenamiento.

    Más allá de la pérdida de peso, el entrenamiento muscular también ofrece una serie de beneficios para la salud metabólica y general. Estudios han demostrado que el entrenamiento de fuerza mejora la sensibilidad a la insulina y la regulación del azúcar en sangre, lo que puede ser particularmente beneficioso para las personas con diabetes tipo 2 o en riesgo de desarrollarla. Esta mejora en la salud metabólica no solo tiene implicaciones a corto plazo, sino que también puede reducir el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas a largo plazo, como enfermedades cardíacas y diabetes.

    Otro aspecto clave en el que el entrenamiento muscular supera al cardio es en la prevención de lesiones y la mejora de la funcionalidad física. A medida que envejecemos, la pérdida de masa muscular y la disminución de la fuerza pueden aumentar el riesgo de caídas y lesiones. Sin embargo, el entrenamiento de fuerza puede ayudar a mantener la fuerza muscular y la estabilidad, reduciendo así el riesgo de lesiones y mejorando la calidad de vida a medida que envejecemos. Además, el entrenamiento de fuerza puede mejorar la densidad mineral ósea, reduciendo el riesgo de osteoporosis y fracturas relacionadas con la edad.

    Una de las características más destacadas del entrenamiento muscular es su versatilidad y adaptabilidad. Desde principiantes hasta atletas de élite, el entrenamiento de fuerza puede adaptarse para satisfacer las necesidades y objetivos individuales de cada persona. Ya sea levantando pesas en el gimnasio, realizando ejercicios con el peso corporal en casa o utilizando bandas de resistencia en el parque, hay infinitas formas de incorporar el entrenamiento muscular en nuestra rutina diaria. Además, la ciencia del entrenamiento de fuerza está en constante evolución, con investigaciones que exploran nuevos métodos y enfoques para optimizar los resultados y maximizar los beneficios para la salud.

    Si bien el cardio sigue siendo importante para la salud cardiovascular, el entrenamiento muscular ofrece una serie de beneficios únicos que lo convierten en una parte esencial de cualquier programa de ejercicios. Desde su impacto duradero en el metabolismo hasta su papel en la prevención de lesiones y la mejora de la funcionalidad física, el entrenamiento de fuerza está cambiando la forma en que pensamos sobre el ejercicio y la salud en general. Al integrar el entrenamiento muscular en nuestra rutina de ejercicios, podemos maximizar nuestros resultados, alcanzar nuestro máximo potencial físico y mental, y disfrutar de una vida más saludable y activa.

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    alberto.kousuke@uas.edu.mx

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