Recuento de la domesticación del 'Químico'
Hoy pacta con todos: Morena, Rocha y Cuén

Porque a veces la política domina por encima de la justicia, el desenlace del expediente judicial contra Luis Guillermo Benítez Torres dejó de ser materia del Tribunal Electoral del Estado de Sinaloa y la resolución quedó a cargo del Movimiento Regeneración Nacional. La instancia responsable de hacer valer la ley resulta relevada por el partido que le quitó a “El Químico” sus derechos políticos y luego se los repuso a cambio de concesiones mutuas entre las partes en discordia.

Para Morena la acusación de violencia política en razón de género que desde principios de diciembre de 2021 dictaminó el TEESIN en contra de Benítez Torres, se convirtió en instrumento de coacción al “Químico” para orillarlo a retirar primero sus rabietas por la postulación de Rubén Rocha como candidato a Gobernador, y después admitir la alianza común con el Partido Sinaloense, la cual en la víspera calificó de incongruente y corrupta. En ambos asuntos, el Alcalde de Mazatlán pasó de ser opositor acérrimo a validador amable.

Los arbitrajes del TEESIN, por consentimiento o por agotamiento de los elementos que sostenían la causa jurídica, le sirvieron a Mario Delgado, dirigente morenista nacional, para que hicieran la función de lija que limara las asperezas de Benítez hacia el partido, hacia Rubén Rocha y hacia Cuén Ojeda. Fue así como el rebelde “Químico” acabó siendo domado y trasmutó con repentina mansedumbre de la resistencia tenaz al premio de consolación que le permitiría volver a competir por la Alcaldía de Mazatlán una vez que entendió que no tenía ninguna posibilidad de participar en la elección de Gobernador.

Ahora todo parece resuelto y todos estarían también contentos. Benítez Torres dejará de gritar a los cuatro vientos que la candidatura de Rocha Moya violentó los procedimientos internos de designación, el Tribunal Estatal Electoral ablanda la mano dura con la cual golpeó una y otra vez al “El Químico”, mientras Cuén hace acuse de recibo de la disculpa que le pide el Edil mazatleco. Sin mayor sustancia la litis concluye como cosa juzgada no por la Corte competente sino por las instancias partidistas.

Eso es la política, dirán muchos: conciliación, acuerdos, resarcimientos y finales felices repartidos a diestra y siniestra. Sin embargo, la gran interrogación es si así debe funcionar también la justicia electoral que deja la sensación de operar como torniquete para cortar el sangrado de heridas políticas si es que el lesionado se porta bien, o dejarlo que desangre en caso de insistir en malos comportamientos.

Está por verse si Benítez Torres es abanderado por Morena para que se reelija como Presidente Municipal, con la avenencia del PAS, o si en la maniobra para evitar ser tan axiomáticos optan por otra carta que podría ser la Síndico Procuradora, Elsa Isela Bojórquez Mascareño, que se ha posicionado en el tema de la rendición de cuentas y que renunciará hoy a tal cargo. En caso de procederse a habilitar jurídica y moralmente a Benítez Torres entonces tendrá que postularlo el mismo partido que lo candidateó en 2018 porque así lo establece la ley, y no las siglas que preside Héctor Melesio Cuén a las que le corresponde decidir al candidato o candidata en Mazatlán.

Para Morena y el PAS es Benítez Torres el único que le puede dar la competencia a Fernando Pucheta Sánchez, a quien los partidos Revolucionario Institucional y de la Revolución Democrática lanzaron para ir a buscar de nuevo el cargo que ya desempeñó de 2017 a 2018. La popularidad de Pucheta, atinado en el marketing político y disparate en el gobierno, estuvo a punto de hacerlo candidato del PAS antes de que se los ganara la alianza “Va por Sinaloa”.

Por encima de todo este desbarajuste resalta el comportamiento pendular del TEESIN que no mostró tal dureza jurídica en los casos de Jesús Estrada Ferreiro, al que exoneró del delito de violencia política en razón de género a pesar de que de manera reincidente atacó los derechos de la Síndica Procuradora de Culiacán, Sandra Martos Lara, o el de Manuel Guillermo Chapman Moreno que presuntamente hasta amenazó de muerte a su Síndico Angelina Valenzuela Benites.

Es que a diferencia del “Químico” Estrada Ferreiro se disciplinó a la designación de Rocha Moya como candidato a Gobernador y muy recientemente asimiló a regañadientes el pacto electoral de Morena con el PAS, en tanto que Chapman ni siquiera se apuntó en la lista de los que buscaron la postulación al Gobierno de Sinaloa y, más realista de la circunstancia de desgaste y desprestigio en que está, la aspiración última del Edil de Ahome es que lo dejen terminar la administración municipal que preside.

En resumen, quien revise las etapas del procedimiento que el TEESIN instauró contra Benítez Torres detectará la recurrente aplicación del criterio “lex dura lex” y comprenderá por qué el hasta ayer todavía Alcalde de Mazatlán dejó de ser el león enjaulado que mostró sus desafiantes fauces contra Mario Delgado, Rubén Rocha y Héctor Melesio Cuén, y repentinamente acabó siendo una más de las dóciles palomas que los mazatlecos y turistas pueden alimentar en los alrededores del quiosco de la Plaza de la República.

El látigo es como la caricia,

Para que lo bueyes jalen el arado,

¿Pero en Morena es la justicia,

La que somete al insubordinado?

Con la presión del tic-tac del reloj político, Morena tendrá que decidir en Culiacán si postula a la Alcaldía a Jesús Estrada Ferreiro, el amigo del Presidente López Obrador, o se la juega con Gerardo Vargas, el que tiene adeptos, recursos y contactos para competirle en igualdad de condiciones a Faustino Hernández, candidato de la coalición PRI-PAN-PRD. En tan tremenda encrucijada es posible que (ojalá que no) sean sacrificadas las aspiraciones de Graciela Domínguez y Óscar Loza, o hasta la de Estrada, para nivelar la lucha entre dos codicias de poder que vienen con todo.