Iniciamos ayer la semana con una jornada mixta en Asia, negativa en Europa y positiva en América. Los principales índices estadounidenses cerraron con fuerza en la primera sesión de la semana, atentos a algunos anuncios corporativos y con la mira puesta en datos de los siguientes días. El Nasdaq y SP500 batieron sus máximos históricos. En tanto, el Dow Jones subió por cuarta ocasión en cinco días. El mercado tomó en cuenta el avance de los partidos de ultraderecha en las elecciones del Parlamento Europeo, donde particularmente en Francia será también renovado el parlamento local.
Los movimientos de los principales índices mostraron algo de cautela probablemente porque los inversionistas están a la espera de los datos más relevantes de la semana. Estados Unidos publicará la inflación de mayo, la cual podría revivir o asestar otro golpe a las expectativas de relajación de política monetaria, luego que la semana pasada el empleo mostrara más fortaleza de la esperada. Además, la Reserva Federal dará a conocer su decisión del mes, donde, aunque no se esperan movimientos, habrá una actualización de la visión del banco central sobre el más reciente comportamiento de los precios y el empleo y también podrían cambiar sus estimados de tasas.
La semana pasada se dio a conocer que los datos de empleo en la Unión Americana correspondientes a mayo fueron más fuertes a lo esperado, con 272 mil empleos no agrícolas creados frente a los 180 mil esperados. La tasa de desempleo aumentó ligeramente de 3.9 a 4.0 por ciento y los salarios promedio por hora fueron más fuertes de lo previsto, creciendo un 0.4 por ciento comparado en el mes previo. Los mercados de valores cerraron la semana al alza, con el Nasdaq subiendo un 2.4 por ciento y el SP 500 un 1.3 por ciento. Ayer, el SP500 alcanzó su máximo histórico número 26 de este año, acumulando una ganancia de 12.4 por ciento en lo que va de 2024.
En México, los principales índices concluyeron con ganancias las operaciones del lunes, luego de varias semanas de pérdidas y sujetos a la incertidumbre gubernamental. Los indicadores marcaron su cuarta alza en cinco días, aunque aún continuaron muy lejos de compensar la caída de la semana pasada. Las canastas accionarias locales permanecen cerca de su nivel más bajo desde noviembre. El mercado continúa susceptible a noticias sobre el rumbo que tomará el nuevo gobierno, en particular sobre las reformas que podría emprender ante su elevada participación en el Congreso, un tema que no recibió actualizaciones relevantes al arranque de la semana.
Sin nuevos datos, el lunes los operadores esperan publicaciones de la semana, como la producción industrial y las ventas mismas tiendas de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales. No obstante, los recién comentados datos estadounidenses probablemente influyan más que los locales en las cotizaciones. Al margen, es probable que los inversionistas tomaran en cuenta la volatilidad europea tras las elecciones parlamentarias del bloque económico, donde los partidos de extrema derecha tuvieron un buen desempeño.
En temas energéticos, tenemos que los precios del petróleo arrancaron la semana con el pie derecho, mientras los inversionistas siguieron evaluando los planes de producción de la Organización de los Países Exportadores de Petróleo y sus aliados. Así, el precio del contrato de julio del barril de petróleo estadounidense, West Texas Intermediate, ganó 2.21 dólares para alcanzar los 77.74 dólares, mientras que el precio contrato de agosto del crudo europeo, Brent del Mar del Norte, subió 2.01 dólares para marcar 81.63 dólares por barril.
La semana pasada, Arabia Saudita y Rusia, dos de los tres mayores productores de crudo en el mundo, trataron de tranquilizar a los mercados luego que los miembros del cártel petrolero acordaron extender sus recortes de producción hasta 2025, pero dejaron espacio para que los recortes voluntarios de ocho miembros se revocaran gradualmente. En los próximos días, los operadores esperan la reunión de la Reserva Federal y los datos de inflación del miércoles, así como los informes de la Agencia Internacional de Energía.
En asuntos cambiarios, observamos que el peso mexicano frenó dos días de pérdidas ante el dólar, a la espera de la decisión de política monetaria de la Reserva Federal y de más detalles sobre el proceso de transición a la administración de Claudia Sheinbaum. De acuerdo con los registros del Banco de México, la moneda azteca cerró ayer en 18.29 pesos por dólar en su modalidad interbancaria. Llamó la atención que ayer, justo antes de la apertura del mercado y también después del cierre del mercado, el tipo de cambio llegara a su nivel más débil desde marzo de 2023, al rebasar los 18.50 pesos por dólar.
Los inversionistas se mostraron cautelosos ante los datos de inflación en Estados Unidos y de la decisión de política monetaria de la Reserva Federal que se conocerán a media semana, luego de que la creación de empleo de mayo fue más fuerte de lo esperado y enfrió las expectativas de recortes de tasas para la reunión de septiembre. Los operadores del mercado también siguen pendientes de la trayectoria de transición para la administración de Claudia Sheinbaum, más cuando los integrantes del partido Movimiento de Regeneración Nacional consideran apropiado iniciar con las pláticas sobre reformas a la Constitución.
Según algunos analistas la gran preocupación de los mercados financieros en México es que, a raíz de los resultados electorales, Morena podría implementar reformas constitucionales desfavorables para el entorno económico y empresarial. Las reformas podrían incluir cambios en la regulación, políticas fiscales y otros aspectos que afectan directamente la confianza de los inversionistas. Sigamos atentos; nos vemos el próximo martes.
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gcalles@tec.mx
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