Saber escuchar

ÉTHOS
09/02/2023 04:00
    La verdadera sabiduría no está en saber hablar, sino en saber escuchar... ¿Sé escuchar?

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    Para conversar con propiedad, dijimos, lo esencial es abrirse a la escucha de lo que la otra persona desea comunicar; de otra forma, ese encuentro degenerará en dos monólogos o soliloquios, donde -como dice el refrán- estará cada loco con su tema.

    Es clásica la distinción entre oír y escuchar. La primera expresión se reserva solamente a percibir los ruidos o sonidos, mientras que la segunda se concentra en develar el mensaje que el interlocutor desea transmitir. Sin embargo, muchos autores (incluso, literatos de renombre) utilizan indistintamente los dos términos, como hizo Octavio Paz al prologar la edición en inglés del libro “La noche de Tlatelolco”, de Elena Poniatowska:

    “Para el cronista de una época saber oír no es menos sino más importante que saber escribir. Mejor dicho: el arte de escribir implica dominar antes el arte de oír. Un arte sutil y difícil, pues no solo exige finura de oído sino sensibilidad moral: reconocer, aceptar la existencia de los otros”.

    Paz señaló que, tanto el poeta como el novelista, periodista o historiador, oyen una voz y tratan de ser fieles a ella: “Dos razas de escritores: el poeta oye una voz interior, la suya; el novelista, el periodista y el historiador oyen muchas voces afuera, las de los otros”. Especificó que esta segunda clase de escritor: “pone al servicio de la historia su admirable capacidad para oír y reproducir el habla de los otros. Crónica histórica y, asimismo, obra de imaginación verbal”.

    Juan Villoro, hablando también de Poniatowska cuando se hizo merecedora del Premio Cervantes, recordó una frase del escritor Italo Calvino en el libro Las ciudades Invisibles: “No es la voz sino el oído lo que guía una historia”.

    Resumiendo, la verdadera sabiduría no está en saber hablar, sino en saber escuchar.

    ¿Sé escuchar?