¿Sálvese el que pueda?

    Es evidente el aumento de contagios y muertes por Covid-19 y es también evidente que el Gobierno municipal y el Gobierno del estado no han estado a la altura de las circunstancias.
    Ninguno de los dos ha hecho lo que tienen el deber de hacer. Tienen miedo de tomar medidas drásticas para controlar los contagios y evitar las muertes.

    En una sociedad democrática, como se supone que es la nuestra, los ciudadanos pagamos impuestos y las autoridades administran ese dinero en beneficio de todos nosotros.

    En el papel la cosa se ve muy bien. En la realidad es totalmente diferente.

    Algunos ciudadanos, no todos, pagamos impuestos bien y a tiempo. Otros, hicieron de la evasión de impuestos un deporte nacional y ahora, con la venta de facturas, han construido fortunas millonarias.

    Perdón por el desvío momentáneo, pero era necesario para entender que, nuestros gobernantes y para no irme muy lejos me refiero al Gobierno municipal y al Gobierno del estado, tienen el deber de utilizar nuestros impuestos para garantizar los derechos que nos otorga la Constitución General (CPEUM).

    El derecho a la salud es uno de ellos y este contenido en el artículo 4° de la CPEUM.

    ¿Y como garantiza el gobierno el derecho a la salud de los ciudadanos?

    Lo más evidente es a través de hospitales y sistemas de salud públicos, como el IMSS, el ISSSTE, Hospitales Generales y Hospitales municipales, en donde debe atender a los enfermos.

    En condiciones normales los sistemas de salud nunca han funcionado bien y si no me cree, pregúntele a cualquier derechohabiente del IMSS o del ISSSTE.

    Ahora imagínese como se pone la cosa en medio de una pandemia como la que estamos viviendo con el Covid- 19.

    La realidad es espeluznante y todos, hasta los más inconscientes, sabemos y tememos lo que está pasando.

    Es evidente el aumento de contagios y muertes por Covid-19 y es también evidente que el Gobierno municipal y el Gobierno del estado no han estado a la altura de las circunstancias.

    Ninguno de los dos ha hecho lo que tienen el deber de hacer. Tienen miedo de tomar medidas drásticas para controlar los contagios y evitar las muertes.

    ¿Su justificación? Simple: no pueden afectar las actividades económicas.

    Es decir, ante la disyuntiva de ¿el dinero o la vida? Están escogiendo el dinero, mientras los ciudadanos están pagando con sus vidas.

    Obviamente no sugiero que cierren todas las actividades económicas porque ya aprendimos que esto no funciona y acarrea otro tipo de problemas.

    Pero lo que si deben de hacer, y de inmediato, es controlar estrictamente el cumplimiento de medidas sanitarias, que también ya sabemos que funcionaron.

    Reduzcan la capacidad de los hoteles (no vaya a ser que los huéspedes se agarren a golpes como vergonzosamente acaba de suceder), reduzcan el número de clientes que pueden entrar a centros comerciales y restaurantes.

    Obliguen al uso del cubrebocas, sana distancia, lavado de manos, etc.

    Controlen el acceso a las playas y limiten el número de personas que pueden instalarse ahí.

    Obliguen a los choferes del transporte público y a todos sus usuarios a usar cubrebocas, tomar sana distancia y lavarse las manos.

    Los últimos fines de semana parece que hubiéramos estado en Semana Santa. Calles inundadas de turistas en sus vehículos. Vehículos del transporte público a reventar, con más pasajeros de los permitidos por ley y todos sin cubrebocas, incluido el chofer.

    El malecón, ni se diga, miles de personas caminando sin cubrebocas, haciendo lo que se les da la gana y sin respetar regla alguna, incluidas las reglas de transito y sana convivencia.

    En fin, si no me creen, dense una vuelta en fin de semana por el malecón, Olas Altas y Zona Dorada y luego me dicen si estoy exagerando.

    El punto importante aquí es que las autoridades obligadas a tomar cartas en el asunto. Gobierno municipal, sobre todo, encabezado por “El Químico” que parece que esta más interesado en que fluya el dinero en lugar de cuidar la salud de los mazatlecos, deben hacer algo, pero a la voz de ya.

    No es tan difícil hacerlo. Ya se hizo antes y más extremo así que, aplicar medidas que ya se aplicaron, con una menor intensidad (digamos al 50 por ciento), puede funcionar muy bien balanceando la actividad económica y nuestro derecho a la salud.

    No hay dinero que valga una vida humana ¿Porqué la están tratando con tanto desprecio?

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