Segunda caída

ÉTHOS
06/05/2025 04:00
    El Pontífice lamentó que hemos edificado un mundo que se rige por intereses y procedimientos egoístas...

    En la séptima estación del Vía Crucis reflexionamos la segunda caída de Jesús rumbo al Calvario, lo cual nos recuerda la dinámica diaria de resiliencia que debemos hacer para proseguir nuestra marcha, a pesar de los tropiezos, caídas y fracasos.

    Señaló el difunto Papa Francisco: “A las máquinas no les permitimos equivocarse, las pretendemos perfectas. En cambio, las personas dudan, se distraen, se pierden. Y, sin embargo, conocen la alegría: aquella de los nuevos inicios, aquella de los renacimientos. Los humanos no se generan mecánicamente, sino artesanalmente: somos piezas únicas, un entrelazado de gracia y responsabilidad”.

    Prosiguió: “Jesús, te hiciste uno de nosotros; no tuviste temor de tropezar y de caer. Quien se avergüenza de ello, quien hace alarde de infalibilidad, quien oculta sus propias caídas y no perdona las de los demás, reniega del camino que tú has elegido. Tú eres, Jesús, el Señor de la alegría. En ti todos nos encontramos y somos llevados a casa, como la única oveja que se había perdido. Deshumana es la economía en la que noventa y nueve valen más que uno”.

    El Pontífice lamentó que hemos edificado un mundo que se rige por intereses y procedimientos egoístas: “Sin embargo, hemos construido un mundo que funciona de ese modo; un mundo de cálculos y algoritmos, de frías lógicas e intereses implacables. La ley de tu casa, economía divina, es otra, Señor. Volvernos a ti, que caes y te levantas, es un cambio de ruta y un cambio de paso. Conversión que devuelve alegría y nos lleva a casa”.

    Finalmente, pidió a Dios la gracia de levantarnos de nuestras caídas, porque “somos niños que a veces lloran, somos adolescentes que se sienten inseguros... somos adultos que se han equivocado, somos ancianos que aún quieren soñar”.

    ¿Aprendo de mis caídas?