Sheinbaum y la misión ‘Cortafuegos’
Sinaloa en la nueva guerra antinarco

OBSERVATORIO
29/09/2025 04:02
    Es que algo derivará de la Misión “Cortafuegos” pactada entre México y Estados Unidos que también acuerda poner fin a crisis de fentanilo, fortalecer la seguridad fronteriza y atacar el financiamiento ilegal.

    Pocas muestras de apoyo popular había recibido Claudia Sheinbaum Pardo en Sinaloa como la que le organizaron el sábado en Mazatlán, a tal grado que se emocionó y adelantó el anuncio que había reservado para informarlo en la conferencia de prensa mañanera de hoy, consistente en el acuerdo de alto nivel con Estados Unidos para frenar el paso de armamento desde aquel País al nuestro, lo cual es considerado fundamental para debilitar tácticamente al crimen organizado en territorio mexicano.

    Todo indica que la concreción de la histórica colaboración binacional fue la respuesta al grupo que el mismo día realizó en Culiacán, en las escalinatas del Palacio de Gobierno, el reclamo a la Presidenta por no incluir a Culiacán en su gira de trabajo, derecho a réplica que el Gobierno de Rubén Rocha Moya asumió con la presencia, según el dato oficial, de 30 mil personas que arroparon a los mandatarios federal y estatal en un momento álgido de la seguridad pública que la residente de Palacio Nacional se comprometió a resolver.

    Es que algo derivará de la Misión “Cortafuegos” pactada entre México y Estados Unidos que también acuerda poner fin a crisis de fentanilo, fortalecer la seguridad fronteriza y atacar el financiamiento ilegal. Es decir, habrá acciones que Sheinbaum no mencionó por tratarse de asuntos de seguridad nacional en el contexto en que la Casa Blanca ofrece millones de dólares de recompensa a quienes coadyuven a capturar a Iván Archivaldo Guzmán Salazar, Jesús Alfredo Guzmán Salazar, Ismael Zambada Sicairos y José Ponce Félix, alias “El Ruso”, integrantes del Cártel de Sinaloa.

    Es necesario leer entre líneas el mensaje de la Presidenta al enfatizar que “la soberanía es algo que nunca se va a negociar. Jamás. Es la esencia de la nación”, en el marco de la operación que Estados Unidos denomina “Firewall”. ¿Viene una gran intervención del gobierno de Donald Trump contra las organizaciones del narcotráfico de México, a las cuales el régimen de la Cuarta Transformación no ha podido someter a la ley? Algo estaría avisando al recalcar que “nos coordinamos, colaboramos, pero nunca nos subordinamos”.

    A Sheinbaum se le notó más entusiasmada de la cuenta en Mazatlán al palpar el apoyo de la otra parte de la ciudadanía que sí percibe que acabó la tan criticada estrategia de “abrazos, no balazos” de su antecesor Andrés Manuel López Obrador y se realizan hoy fuertes acometidas de la fuerza pública fusionada contra la delincuencia derivada del narcotráfico, dando testimonio de ello miles de elementos del Ejército, Marina y Guardia Nacional y policías estatales que muchos de ellos han tenido que regresar con sus familias en ataúdes al caer en el cumplimiento del deber.

    Pero la narcoguerra continúa en Sinaloa y todo indica que será con ayuda de los servicios de Inteligencia Militar de Estados Unidos la segunda fase para tratar de pacificar las zonas mexicanas azotadas por la violencia extrema y prolongada. Atención a lo subliminal del mensaje que no trajo a Presidenta en Mazatlán: “Estamos apoyando al gobierno de Sinaloa y su pueblo en el tema de seguridad. Viene cada 15 días el Gabinete de Seguridad para apoyar a elementos de todas las corporaciones, apoyar al pueblo de Sinaloa y vamos a seguir así. Nosotros definimos una estrategia y estamos convencidos de que va a funcionar”.

    Ojalá que la muestra de respaldo que le brindó la gente en Mazatlán la inspire en acelerar las decisiones para que el Gobierno tome el control de Sinaloa. Y que aquellos que se desgarraban las vestiduras por la estrategia antinarco fallida de AMLO y que ahora dicen que la 4T no hace nada para pacificar, razonen en función de la realidad, las víctimas inocentes, la economía devastada, las familias que buscan a sus desaparecidos y el horror indiscriminadamente diseminado.

    A nadie nos gustan las guerras ni llorar a la víctimas, pero a Sinaloa le urge mirar más allá del presente y estructurar unánimemente la esperanza sin asumirnos como titanes de la paz, superhéroes que creen que con un discurso doblegarán al enemigo, manos que se soban al ver los provechos que le pueden sacar a las tragedias colectivas. Por las perdidas humanas y materiales, hagamos como obra de gente común el memorial del estoicismo.

    ¿Creen que por venir Sheinbaum a Culiacán se hubiera solucionado todo? ¿Opinan que es intrascendente lo que ella anunció en Mazatlán o en cualquier otra ciudad que lo hubiera dicho? ¿No sería mejor empezar con el magno esfuerzo para unificar propuestas, fundir voluntades y dejar de ver diferencias políticas para poner a Sinaloa en el centro de la visión de futuro?

    Reverso

    A los ciudadanos que leen,

    Sólo la narcoguerra falaz:

    Dejen que los narco peleen,

    Y únanse a construir la paz.

    Lo que Sheinbaum trajo

    Para quienes sostienen que Claudia Sheinbaum vino esta vez con las manos vacías hay que rescatar los apoyos adicionales del Bienpesca por 3 mil 750 millones de pesos; la reconversión de tres secundarias en preparatorias y el proyecto del campus Sinaloa de la Universidad “Rosario Castellanos; la habilitación de 39 Centros de Educación y Resguardo Infantil; créditos blandos para apoyar la ganadería igual a los que son implementados en Durango y Sonora; instalar mesas de trabajo sobre el tema del maíz y las buenas cosechas que se esperan debido a las lluvias; repavimentación y bacheo de todas las carreteras federales en el estado y, entre otras cosas, construcción de 57 mil 418 viviendas con el Infonavit y con Fovissste para personas que ganan menos de dos salarios mínimos. De hecho es la primera vez que la Presidenta viene trayendo tantas cosas en su morral del Bienestar.