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"DESDE EL ICAMI"

"Siempre localizable"

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21/05/2017

    Luis Alfredo Santana

    La escena es muy familiar. En cualquier viaje, reunión o evento de pronto alguno de los asistentes se pone de pie y camina a toda prisa al exterior. Todos saben lo que pasa: ha recibido una llamada y “tiene que contestar”. La llamada puede ser de alguien cercano o sobre un asunto ligado al trabajo pero en todos los casos el común denominador es que requiere ser atendida y quien llama sabe que puede llamar.
    Lo que va quedando claro es que gracias a la tecnología podemos atender asuntos laborales cuando estamos fuera de la oficina o personales cuanto se realizan viajes de trabajo. La línea entre vida privada y laboral está diluyéndose cada día más. Es una realidad y más vale que lo entendamos y manejemos.
    Cuando llega una llamada, recibimos un mensaje o somos abordados en el “chat” tenemos la posibilidad de atender personas, más que asuntos y ese puede ser el punto a manejar, porque quien llama se sabe con derecho a ser atendido y al ponerse en contacto espera respuesta que no es otra cosa que trato personal que es el ingrediente básico de una buena relación.
    Aquella idea de que la jornada laboral es de 8 horas en una ubicación específica va quedando atrás, sobre todo en los niveles directivos. Trabajo y descanso con la tecnología actual son conceptos más que separables, combinables, lo que falta en muchos casos es orden. Estamos frente a un nuevo modo de trabajo que es incluyente y en cierto modo realista, menos teórico, porque pensar que las personas dejan en su casa los asuntos personales es ingenuo como lo es suponer que dejan los pendientes laborales en la oficina cuando llegan a su casa.
    Al tener más recursos para mantener una comunicación fluida entre sus integrantes las empresas están considerando opciones para combinar la presencia en reuniones con actividades establecidas fuera de la oficina o desde la casa. Esta alternativa podría reinsertar activamente a muchas madres que necesitan atender su familia y tienen habilidades laborales. En este capítulo las posibilidades son enormes.
    Algo con lo que se tiene que luchar es con la cultura de la presencia de más de 8 horas en el lugar de trabajo. Esto va cambiando poco a poco. Hay organizaciones donde si el jefe no se ha ido los demás no se van. La verdad es que después de las 8 horas se pierde el tiempo. Limitar el tiempo de la vida laboral es algo que los demás no pueden hacerlo por nosotros.
    Tiempos traen tiempos y eso vale también para el tema de la disponibilidad permanente. El estar siempre bajo la presión de una llamada o un mensaje empieza a provocar tensiones, estrés y... reclamo económico. Este es el caso de tres empleados de T-Mobile en Estados Unidos que reclaman que son obligados a contestar llamadas fuera de la jornada sin ninguna retribución económica. Surge ahora la pregunta de si las llamadas son tiempo extra. Poco a poco irán surgiendo pautas y acuerdos, lo que sí es cierto es que estamos ante un nuevo entorno laboral.
    Flexibilidad y orden parecen ser las tendencias. Flexibilidad para combinar lo laboral con lo personal aprovechando las nuevas herramientas y orden para saber parar, para separar. Llama la atención ver en los lugares de vacaciones personas que tienen su computadora portátil o su teléfono inteligente con ellos para contestar correos o mantener contacto. Me parece sano hacerlo porque lo contrario sería mantener un enfoque de personas partidas en dos, lo cual, por lo menos, es esquizofrenia pura.
    Tenemos que revisar si todo es inaplazable. No conozco muchas situaciones que requieran una decisión inmediata en términos de negocios y en muchos casos se reacciona bajo la presión pero no se soluciona nada, parece más un decir “estoy pendiente”.
    Finalmente tenemos algo que no deja de ser un contraste. Cuando llega una llamada hay una sensación de presión, de molestia. Pero ¿y si no nos llaman? En algunos puede ser una mala señal. ¿No se acuerdan de mí, no soy importante? Puede parecer algo absurdo, pero se presenta.
    No hay recetas, el camino parece ser probar en cada caso. Probar a no estar accesible todo el tiempo, a jerarquizar asuntos e ir construyendo nuestro propio modelo de relación con esta nueva tendencia, la accesibilidad, la disponibilidad permanente... (Enviado desde mi iPhone)
    Director de ICAMI, Centro de Formación y Perfeccionamiento Directivo, Región Noroeste
    alfredo.santana@icami.mx / @luisalfredo

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