Juan Alfonso Mejía López
Cinco de los ocho candidatos a la Gubernatura en Sinaloa se comprometen públicamente a favor del derecho a aprender de la niñez y la juventud sinaloense. Con la salvedad del PAN, Morena y PT, el resto de los aspirantes dijeron SÍ al derecho a la educación de nuestros hijos, pero no de cualquier educación. La agenda por la calidad educativa se basa en once puntos, todos con un orden jurídico nacional respaldado en la ley a partir de la Reforma Educativa.
Si los once puntos de la agenda ya son ley, entonces ¿para qué convocar a los candidatos a comprometerse?
Los gobernantes en México, sin distingo partidario y salvo algunas honrosas excepciones, me recuerdan al clásico de Robert Louis Stevenson. Jekyll es un científico que crea una poción que separa la parte más humana del lado más maléfico de una persona. Cuando Jekyll bebe esta mezcla se convierte en Edward Hyde, un criminal capaz de cualquier atrocidad. Según se cuenta en la novela, en nosotros siempre están el bien y el mal juntos; dos personalidades opuestas, reunidas ¡en una misma persona!
Comprometer a los candidatos a gobernarnos limita el efecto de “el extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde”. Ese candidato empático, sensible, atento, dispuesto convertido en un gobernante arrogante, ocurrente, soberbio, que piensa tener la razón y ve en los ciudadanos a sus súbditos.
Comprometerlos con el derecho de las niñas, los niños y los jóvenes a aprender no sólo les recuerda a los candidatos por qué fueron electos sino para qué, es decir, la razón detrás de su mandato. Por ilógico que parezca, a lo largo y ancho del territorio nacional estatal y municipal existen aspirantes a gobernarnos que incumplen el Estado de Derecho. Su ambigüedad es coartada para la impunidad, incubadora de un cáncer que recorre nuestro tejido social, lastima la vida pública y amenaza a nuestros hijos. Su desafío a la ley, cuando no su directa violación, alimenta la pobreza, impide cerrar la brecha de desigualdad social que nos caracteriza y hace imposible generar oportunidades para combatir la violencia que el crimen organizado sí le ofrece a nuestros jóvenes.
Luego entonces, ¿merece nuestra confianza quién incumple el Estado de Derecho? No, no la merece.
La convocatoria de Mexicanos Primero Sinaloa (MPS) y de otras 60 organizaciones de la sociedad civil (OSC) el pasado 17 de mayo en la ciudad de Culiacán es una invitación a los candidatos a Gobernador del Estado a comprometerse con el Estado de Derecho. No es ocurrencia, chantaje ni terquedad de MPS o de las OSC involucradas, ¡es la LEY!
El evento y el proceso resultó ser sumamente aleccionador para la vida pública de la entidad, por distintos motivos. Primero, porque es posible conjuntar nuestras diversidades cuando existe una causa y objetivo claro, así como generosidad de las partes. No recuerdo ejercicio alguno en el que 61 OSC en Sinaloa lleguen a un acuerdo y firmen públicamente una agenda.
Segundo, mucho se habló sobre la voluntad de cinco candidatos y la negación de tres de ellos a comprometerse. Sin embargo, debe destacarse la presencia de siete de los ocho aspirantes. Ningún otro evento logró reunirlos, a no ser que se trate de los debates organizados, por ley, mediante el órgano electoral local. Ello habla de la sensibilidad que reviste el tema educativo para la próxima agenda de gobierno.
Tercero, la presencia de una sociedad civil exigente y propositiva. La invitación a los candidatos no se redujo al reclamo de su compromiso con el Estado de Derecho, sino que se les entregó una ruta crítica para su cumplimiento con anticipación (por lo menos una semana de anticipación). Con libertad de tono y de propuesta, a cada uno de ellos se les hizo llegar una agenda con fichas técnicas en las que se establece una metodología para su debido cumplimiento.
Por ejemplo, en el punto dos se lee: “transformar las escuelas de centros de trabajo en comunidades de aprendizaje”; si se “continúa leyendo”, se aprecia el objetivo buscado, un breve desarrollo de la problemática, la propuesta, una meta, el indicador, elementos para su medición, método de cálculo, etcétera. En ese punto se especifica: INFRAESTRUCTURA (lo subrayo por el interés de algunos candidatos a este respecto).
Finalmente, una sociedad civil que toma la iniciativa y se niega ser rehén de la ambigüedad de la que hacen uso los políticos y sus partidos. La polémica se desató cuando Claudio X González, afirmó: “Quien no firma estos compromisos (la ley), no merece la confianza de los sinaloenses”. De inmediato surgió la protesta, algunos miembros de los equipos solicitaron el uso de la voz para los candidatos, el presidente de Mexicanos Primero fue tildado de ignorante, etc. MPS, en representación de las 60 OSC, respetó lo pactado con los candidatos y el evento se dio por finalizado.
Me parece importante subrayar lo siguiente: 1) el acuerdo mínimo pactado con los candidatos para su participación consistió en no hacer uso de la voz como parte del programa en el evento; buscamos que se pronunciaran, pero las condiciones no se reunieron. Entonces, su sola asistencia sería su pronunciamiento, refrendado con su firma, SÍ o NO a la agenda educativa propuesta; 2) algunos partidos fueron consistentes, siempre dijeron que no firmarían (PT), asistirían pero no estaban de acuerdo (Morena), mas nunca se habló de asistir y no firmar, “dejándolo para un análisis posterior (PAN)”; debo decir que Gustavo Madero, presidente del PAN en 2015, firmó el documento “10 Compromisos por la Educación Nacional con Equidad y Calidad”, documento base para el texto presentado en Sinaloa.
Ahora bien, ¿es válida la actitud asumida por los candidatos y sus partidos? Por supuesto que Sí, es válida; tratándose de una campaña política, todo se vale. Cada posición es respetable, no sólo desde la pluralidad que defendemos, sino también en términos estratégicos, sólo que ahora resta asumirlo. En esa validez de opciones, se cometen errores.
La ciudadanos tenemos derecho a saber quién está con el derecho a aprender de la niñez y la juventud sinaloense, y quién no; quién está dispuesto a apoyar el Estado de Derecho y quién no. En el fondo, como sociedad no estamos acostumbrados a que un ciudadano exprese de manera pública, frente a frente, lo que piensa del modo de conducirse de los políticos. Ha sido una clara enseñanza para todos.
Que así sea.
PD. Usted puede tener mayor información sobre esta coyuntura en los enlaces citados:
http://www.debate.com.mx/culiacan/Zafarrancho-en-firma-de-convenio-de-Mexicanos-Primero-20160517-0062.html;https://www.youtube.com/watch?v=u48swoRewHQ ;
https://www.youtube.com/watch?v=ciTxvM7pwXw
Twitter: @juanmejia_mzt
