Soledad y sociedad

ÉTHOS
02/12/2021 04:16
    Aristóteles desarrolló el tema de que el hombre solo, o es una bestia o un dios. Con esta taxativa frase quiso el filósofo estagirita resaltar la importancia que conlleva el vivir y desarrollarse en comunidad.

    El ser humano se realiza plenamente cuando vive en comunidad. Como dice el libro del Génesis: “no es bueno que el hombre esté solo” (2,18). Si quiere realizarse plenamente debe compartir su existencia con los demás, o, al menos, con alguien más.

    Aristóteles desarrolló el tema de que el hombre solo, o es una bestia o un dios. Con esta taxativa frase quiso el filósofo estagirita resaltar la importancia que conlleva el vivir y desarrollarse en comunidad.

    Sin embargo, la sociedad no lo es todo. Para que pueda ser fructífera la asociación y convivencia con los demás, el ser humano debe primeramente madurar en sobria soledad. Si no se ha ensimismado, si no ha crecido en autoconocimiento, no puede compartir la riqueza de su personalidad e interioridad.

    El filósofo alemán, Arthur Schopenhauer, escribió: “La soledad es el patrimonio de todos los espíritus superiores... El espíritu superior debe llevar consigo una amplia provisión de circunspección y de indulgencia”.

    Añadió: “Lo que un hombre es en sí mismo, lo que le acompaña en la soledad y lo que nadie puede darle ni quitarle, es indudablemente más esencial para él que todo lo que puede poseer o ser a los ojos de los demás. Un hombre de talento, en la soledad más absoluta, encuentra en sus propios pensamientos y en su propia imaginación con qué divertirse agradablemente, mientras el ser limitado, por más que varíe de fiestas, de espectáculos, de paseos y de diversiones, no llegará a sofocar el tedio que le atormenta”.

    Ortega y Gasset apuntó: “Desde ese fondo de soledad radical que es, sin remedio, nuestra vida, emergemos constantemente en un ansia no menos radical, de compañía... El auténtico amor no es sino el intento de canjear dos soledades”.

    ¿Maduro en soledad y vivo en sociedad?