En la actualidad se conoce perfectamente el riesgo de fumar. El cigarro causa cáncer, enfisema, impotencia, parto prematuro y muchas otras desgracias. Sin embargo, lo nocivo de este hábito se mantuvo oculto por décadas (1). Ahora tenemos un nuevo producto, moderno, estilizado, y publicitado como menos peligroso y como útil para disminuir el consumo de nicotina: el cigarro electrónico.
Los primeros e-cigarros, vapeadores, vaporizadores, se remontan a 1965 (2), pero no ha sido hasta esta década cuando su uso ya se diseminó por todos lados. Algunos papás y mamás de pacientes preadolescentes
me han preguntado sobre ellos. En las escuelas locales empieza a haber preocupación porque han detectado el uso de estos dispositivos en alumnos desde edades muy tempranas y por lo que han leído en las noticias en las últimas semanas.
Al día 19 de septiembre de 2019 se habían reportado en Estados Unidos 530 pacientes con lesión pulmonar, con 7 muertes confirmadas (3). El 18 por ciento de estos casos se han presentado en menores de 18 años. El común denominador de todos estos casos fue el uso del cigarro electrónico. A principios de este mes se publicaron las características de 53 de esos pacientes en el New England Journal of Medicine (4).
La tercera parte de ellos era adolescente. Prácticamente todos los casos se presentaron con síntomas respiratorios que los llevaron a su hospitalización. En todos se demostró daño pulmonar mediante tomografías. Más alarmante, la mayoría eran personas sanas, sin enfermedades crónicas.
Se sigue investigando la causa de esta epidemia. En algunos parece atribuirse a dispositivos con fallas. En otros, a la sustancia que se inhala, la cual varía desde mariguana o cannabinoides, hasta acetato de vitamina E, pasando por la nicotina y diferentes compuestos para dar diversos sabores y aromas, y por contaminantes que podrían haberse agregado.
Ahí no se acaba el cuento. Todos los vaporizadores emiten sustancias tóxicas. Incluso, el sólo hecho de inhalar las pequeñas partículas que salen con el vapor caliente puede afectar el sistema cardiovascular. Luego, los riesgos a largo plazo no se conocerán hasta que pasen más de 10 ó 20 años de su uso, y eso es si las compañías que los fabrican no ocultan información como pasó con las tabacaleras del Siglo 20. Para finalizar puedo mencionar el escandaloso caso del adolescente al que le explotó un aparato de estos, le laceró la boca y le fracturó la mandíbula. Entonces, ¿son inofensivos los cigarros electrónicos? ¿o tienen alguna
utilidad?
En adultos con tabaquismo ya establecido y deseos de disminuir su consumo y sus riesgos podrían ser de ayuda (5), siempre y cuando se culmine con dejar el hábito.
En niños y adolescentes pueden servir para desarrollar una adicción al tabaco y a otras sustancias, y para poner en riesgo su salud a corto, mediano y largo plazo.
1 Proctor RN. The history of the discovery of the cigarette-lung cancer link: evidentiary traditions, corporate denial, global toll. Tob Control. 2012 Mar;21(2):87-91
2 Bhatnagar A, et al. Electronic Cigarettes: A Policy Statement From the American Heart Association. Circulation 2014;130(16):1418–1436.
3 CDC. Outbreak of Lung Injury Associated with E-Cigarette Use, or Vaping. 2019.
4 Layden J, et al. Pulmonary illness related to e-cigarette use in Illinois and Wisconsin—preliminary report. N Engl J Med 2019.
5 Royal College of Physicians. Nicotine without smoke: tobacco harm reduction. 2016.
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