Por años se ha popularizado el término de “sugar daddy” para referirse al hombre de edad avanzada que mantiene un romance con una mujer mucho más joven a cambio de regalos y beneficios económicos.
Como un derivado de ese término, ha surgido el de “sugar sister” que podría definirse como la hermana mayor que se encarga de ayudar y apoyar económicamente a sus hermanas menores, ya sea por su dominio en la familia, o por sus recursos económicos que así lo permiten. Esto no solo sucede entre mujeres, pues cuando el hermano mayor es quien ayuda a sus hermanos, se le llama “sugar brother”.
En el mundo virtual se han viralizado numerosos videos en los que hermanas menores presumen a sus “sugar sisters” pagando las cuentas de servicios, recibiendo regalos o llevándolas de viajes de placer.
Un video en TikTok en el que la hermana mayor paga la cuenta de un lujoso restaurant, es acompañado de la leyenda: “Cuando tu hermana mayor te lleva a lugares lindos para que no te dejes impresionar por cualquier chico”.
Al parecer esta estrategia de apoyo tiene su origen desde la infancia. En las familias en las que ambos padres trabajan de tiempo completo, o una madre soltera tiene que salir a trabajar, es común que los hijos o hijas mayores se hagan cargo del cuidado de sus hermanos menores.
Esto ha ocurrido desde siempre como una estrategia de apoyo intrafamiliar. Los hermanos mayores (sobre todo mujeres) asumen ese rol de protectoras hacia los hermanos o hermanas de menor edad; les cuidan, corrigen y hasta consienten en ausencia de los padres.
Dependiendo de la diferencia de edad entre hermanos o hermanas, es muy común que la de mayor edad sea la que tiene un empleo y un ingreso económico, sobre todo cuando ha culminado sus estudios profesionales. En contraste, las de menor edad, cuando se dedican sólo a estudiar, tienen muy pocos o nulos ingresos económicos.
Ante esta desigualdad etaria y económica entre hermanas, y desarrollado el instinto de protección, ocurre que las hermanas en posición privilegiada, es quien mantiene económicamente a la hermana menor. Les pagan las colegiaturas, las invitan a viajes, les compran ropa, las invitan a fiestas costosas y les llenan de lujos y regalos, sobre todo cuando no hay padres que ocupen ese rol de proveedores.
Aparentemente este apoyo económico hacia las hermanas o hermanos menores, es incondicional, pues se supone que uno apoya a sus familiares sólo por el amor de hermanos. Pero una teoría que bien puede explicar este tipo de relaciones, es la teoría del intercambio social. Desde este enfoque, toda conducta social es un intercambio de bienes; bienes materiales, pero también no materiales.
En el caso de las “sugar sisters” no es la excepción, pues también existe un intercambio afectivo. La hermana mayor protege y mantiene económicamente a la menor, a cambio de su admiración y de su cariño.
Otro video subido a una red social termina diciendo: “las hermanas menores nacimos para hacer felices a las demás. Ellas vivían solitas hasta que llegamos. Entonces, lo merecemos”.
Si usted, estimado lector, tiene un hermano o una hermana, cuídela y protéjala como si fuera el mayor tesoro que pueda tener. En realidad, eso es lo que son.
Es cuanto...