"Tanatología y Bioética"
En la sociedad actual se coloca el bienestar por encima de todo y existe un profundo miedo a sufrir. Experimentar el dolor se considera una desgracia, expresó Edna Martha Hamill Meléndez en la conferencia Tanatología y Bioética ante el sufrimiento humano.
El ser humano enfrenta cotidianamente dolor y pérdida en diversas circunstancias: tener un hijo con discapacidad, enfermedad o adicción; cuando se marchan de casa (síndrome del nido vacío); divorcio; quiebra económica; vejez o fallecimiento de un ser querido. Todos estos cambios son desprendimientos dolorosos ante los que se vive un duelo.
El dolor es una realidad que en muchas ocasiones sobrepasa a quien lo sufre, sin embargo, vivido con sentido puede ser curado o, al menos, mitigado. No es lo mismo asumirlo que padecerlo.
El sufrimiento se puede vivir de varias maneras:
a) Con valor de trascendencia: en donde se viven valores de generosidad, altruismo, madurez, crecimiento espiritual y fortaleza. Es una oportunidad para amar y perdonar. “El sufrimiento hay que vivirlo, existe para ser vivido pero sólo encontrándole sentido se le puede trascender”, dijo Víctor Frankl
b) Negación: puede llevar a vivir una vida sin sentido llegando, incluso, al suicidio o eutanasia.
c) Acompañamiento y escucha, como se brinda en Tanatología.
La relación y trabajo conjunto entre Tanatología y Bioética evitará que el paciente sea un número, expediente, caso interesante o sujeto de experimentación.
“La última finalidad de la Tanatología es que el enfermo viva una muerte apropiada y digna. La Bioética consiste en regular las intervenciones médicas, científicas y terapéuticas fundadas en la dignidad de la persona humana”, añadió.
“Bioética y Tanatología son multidisciplinarias debido a que incluyen diferentes ciencias y profesionales en derecho, medicina, filosofía, psicología, ministros religiosos, trabajo social, entre otras”.
¿Asumo el dolor de la pérdida y vivo plenamente?
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@rodolfodiazf
