Ahora que los jóvenes, considerados la “generación Z”, han convocado a quienes están entre los 15 y 30 años, a manifestar su descontento ante la multitud de problemas que están sufriendo en su vida familiar y social, desde la terrible violencia que ha costado miles de vidas, de padres, abuelos, hermanos y hermanas de esos jóvenes de la “generación Z”, o bien por los miles de desaparecidos, muchos de los cuales jamás se encontrarán con vida; igualmente por el incremento en los feminicidios, infanticidios y “daños colaterales”, todo esto y muchos casos más, todo lo cual finalmente ha llevado al hartazgo y a la desesperación de los jóvenes para exigir a las autoridades, que son los responsables de atender y resolver en primer lugar la inseguridad en la que vivimos los ciudadanos y en la que el “derecho a la vida” se ha disminuido y hasta se ha perdido, no sólo por el propio gobierno, sino hasta en la sociedad misma.
Perdón por la innecesaria explicación sobre ¿qué es la “generación Z”?: Se refiere a la última generación, la que está llegando a ejercer plenamente sus derechos y a cumplir sus obligaciones ciudadanas; se le llama “Z” porque también es la última letra del alfabeto latino, tal vez en referencia a la mención antigua en la civilización greco-romana de “el alfa y omega” de su alfabeto, para señalar al primero y al último ciudadano a quien se le reconoce en autoridad y poder, lo que también se encuentra en los textos bíblicos para referirse a Cristo como “el alfa y omega”, el primero y el último en divinidad y poder.
Pero ¿por qué el título de “todos somos ‘generación Z’”? Porque todas las demás generaciones, las de adultos de 30 a 60 años, que siguen trabajando y aportando ideas e impuestos al gobierno y que también están sufriendo las consecuencias de la violencia y demás crisis que afectan la vida y el trabajo; la familia, la diversión y la educación, por eso son también “generación Z”, pero, además la letra Z, la última del alfabeto, también incluye a la última generación, las de adultos mayores, los de 60 y más años.
¿Por qué protestan las “generaciones Z”, así en plural? Pues no sólo por la incesante e incontrolable violencia, sino también por la impunidad en que quedan los miles de delitos; protestan por las extorsiones, el robo de vehículos, masacres, etc., que parece no tener fin.
Protestan también las “generaciones Z” por la falta de empleos decentes, por la pobre solución al desempleo que son los empleos informales que representan más del 52 por ciento del empleo total; protestan por una deuda pública que “se traga” 1.2 billones del gasto público para cubrir los intereses de la misma; protestan por la falta de inversión publica y privada en nuevas empresas y por la rémora en que se ha convertido Pemex por su corrupción interna y por su ineficacia e ineficiencia en el negocio petrolero, en la que todas las empresas del mundo ganan millones de dólares y sólo México los pierde.
Protestan igualmente por la falta de oportunidades en la educación, por la crisis educativa que está afectando el futuro de los jóvenes mexicanos; por el atraso tecnológico y la falta de innovación y productividad en la economía nacional, que lleva años sin aumentar el Producto Interno Bruto por encima del incremento en la población; protestan porque sus hermanos y sus hijos en la educación básica cada vez aprenden menos y salen reprobados en matemáticas, lectura y aprendizaje en general y llegan a la universidad con un atraso que difícilmente se puede remediar.
Protestan además por el deterioro del clima en México, cuyo gobierno no cumple sus compromisos internacionales de no atender el control y saneamiento del aire, el aprovechamiento y cuidado del agua dulce, el control de la tala de bosques y montes que ha afectado, posiblemente en forma irremediable, nuestra riqueza forestal.
Y protestan por el deterioro en el servicio público urbano, en carreteras, en puertos y aeropuertos; por la falta de atención ante el peligro de perder el Tratado de Libre Comercio por el autoritarismo del Presidente Trump, que está exigiendo se subsanen los errores de López Obrador en cuanto a migración y combate a los cárteles de las drogas.
Y también protestan por la corrupción de tantos funcionarios públicos como los del “huachicol fiscal”, los de Segalmex y los parientes del expresidente AMLO.
Es decir, hay mucho por qué protestar, por eso iremos todos a la marcha de la “generación Z”, aunque levanten altas y gruesas vallas en el Zócalo.