El jueves 27 de noviembre el Papa León XIV inició su viaje apostólico a Turquía y Líbano. Durante su traslado, es común que salude y converse con el grupo de periodistas que lo acompañan en el avión. Correspondió a Valentina Alazraki, periodista mexicana que cubre el Vaticano como corresponsal de Televisa desde 1974, ofrecerle el saludo de bienvenida de los representantes de los medios informativos.
En su mensaje, Alazraki, señaló: “Santo Padre, ¡buenos días! Quería darle la bienvenida en nombre de todos nosotros. Tuve el gran privilegio de empezar con Juan Pablo II en mi país, México, en 1979, y también de recibir a su predecesor, el Papa Francisco, quien, cuando estuvo en Argentina, no sentía ningún afecto por los periodistas. Así que, cuando vino a vernos, le dije: «Quizás se siente como si hubiera llegado a la jaula de los leones...».
Después de citar este recuerdo, comunicó al Papa el sentido de su remembranza, ligándola con el nombre que eligió al ser nombrado como sucesor de Pedro: “En este caso, usted es el «león», ¡así que no tiene por qué tener miedo! En Castel Gandolfo, ya ha roto el hielo, ha respondido a las preguntas de nuestros colegas y los ha conocido”.
Posteriormente, en el mismo tono cordial y cercano, le dijo: “Nos gustaría ser sus compañeros de viaje y establecer una relación tanto humana como profesional, porque conocernos, comprendernos, nuestras dificultades y necesidades nos ayudará a ser mejores puentes entre usted y el mundo y todos los países que representamos”.
Finalmente, los periodistas le hicieron llegar un regalo: “Vamos a Oriente y le entregamos un icono bizantino de la Virgen de Guadalupe para guiar los pasos de un Papa estadounidense, estadounidense del Norte por nacimiento, del corazón de América del Sur”.
¿Soy pacificador?