Hablar de impuestos suele generar incomodidad. Para muchos, es sinónimo de carga, de trámites interminables o de desconfianza. Pero ¿y si cambiamos la pregunta? ¿Y si en lugar de discutir solo cuánto recauda el Estado, nos preguntamos qué tipo de país queremos construir a partir de su sistema fiscal? Esa fue, en esencia, la reflexión que dejó el Foro Nacional Fiscal Coparmex 2025.
En un contexto económico complejo, donde la inversión exige certidumbre y las finanzas públicas requieren sostenibilidad, Coparmex reunió a autoridades, académicos y empresarios con el objetivo de impulsar una agenda tributaria que fomente la inversión, el empleo, el ahorro y la formalidad, sin comprometer la estabilidad macroeconómica. El fin no fue hacer un encuentro político, sino de un ejercicio técnico, plural y responsable.
El Foro se consolidó como un espacio de diálogo serio para analizar los retos del sistema tributario mexicano y discutir propuestas viables en temas clave como la simplificación administrativa, los estímulos fiscales, la certeza jurídica y los desafíos que enfrentan las empresas frente al comercio exterior, el T-MEC y la creciente carga regulatoria. Cinco ejes guiaron el análisis: el Paquete Económico 2026, la Ley de Ingresos e IEPS, el Código Fiscal de la Federación, la Ley Aduanera y los Medios de Defensa.
Ángel García Lascuráin, vicepresidente nacional de Desarrollo Económico de Coparmex, subrayó que un sistema fiscal moderno debe incentivar la inversión y la generación de empleo, al tiempo que garantice finanzas públicas sostenibles. No hay desarrollo posible si la recaudación se construye sobre reglas complejas, cambiantes o discrecionales.
Las autoridades fiscales coincidieron en la relevancia del diálogo. Desde el SAT, Amelia de León Ortega destacó avances en eficiencia recaudatoria, señalando que de enero a octubre de 2025 se alcanzó una recaudación histórica con un crecimiento de 7.9 por ciento, reflejo de un sistema de información más eficaz. El dato es contundente, pero también plantea un reto: ¿cómo mantener esta tendencia sin ahogar a los empleadores?
Carlos Lerma Cotera, en representación de la Secretaría de Hacienda, mencionó que los empresarios viven día a día las dificultades para producir, invertir y generar empleos. Por ello, insistió en la necesidad de construir políticas públicas de la mano del sector productivo, con objetivos compartidos y comunicación constante.
A lo largo de los paneles se repitió una idea central: la recaudación no está peleada con la legalidad ni con la competitividad. Como lo expresó Domingo Ruíz López, presidente de la Comisión Fiscal de Coparmex, combatir la evasión, fortalecer la formalidad y promover el Estado de Derecho son caminos comunes entre autoridades y contribuyentes. La diferencia está en el cómo: con reglas claras, procesos simples y sanciones proporcionales.
Especialistas en materia fiscal, aduanera y de medios de defensa advirtieron sobre los riesgos de una mayor carga regulatoria sin certeza jurídica. Cuando el cumplimiento se vuelve excesivamente complejo o punitivo, el efecto puede ser contrario: menor inversión, más informalidad y pérdida de competitividad, especialmente en comercio exterior.
En la clausura, Juan José Sierra Álvarez, presidente nacional de Coparmex, sintetizó el espíritu del Foro: los desafíos fiscales solo se superan con análisis técnico, diálogo institucional y corresponsabilidad. Un sistema fiscal justo no es aquel que recauda más a cualquier costo, sino el que genera confianza, impulsa la productividad y mejora las condiciones de vida de las familias.
México necesita un sistema tributario que recaude recursos, sí, pero también recaude certidumbre, confianza y futuro. Cuando las reglas son claras y el diálogo es permanente, las empresas crecen, los trabajadores progresan y el país avanza. Esa es la discusión que vale la pena dar... y sobre todo sostener.