Wikipedia (ficha editada): El mecanismo de Anticitera es una computadora analógica (o mecánica) de la antigüedad. Supuestamente construido por científicos griegos, el instrumento se data entre los años 150 a. C. y 100 a. C. o, según una observación reciente, hacia el año 200 a. C. El componente fue recuperado en el Mar Egeo, entre los años 1900 y 1901, de un antiguo naufragio cercano a la isla griega de Anticitera. Este artefacto aparentemente fue diseñado para predecir posiciones astronómicas y los eclipses de hasta 19 años con propósitos astrológicos y calendáricos, y predecir también la fecha exacta de seis certámenes griegos antiguos, entre los que se encuentran los cuatro principales juegos Panhelénicos y dos juegos más de menor entidad.
Se debía de encontrar alojado en una caja de madera cuyas dimensiones eran de 340 por 180 por 90 milímetros; el dispositivo es un complejo mecanismo de relojería compuesto de al menos 30 engranajes de bronce. Los restos fueron encontrados como 82 fragmentos separados, de los cuales sólo siete contenían inscripciones importantes o engranajes. El engranaje más grande mide aproximadamente 140 mm de diámetro y originalmente contaba con 223 dientes.
Es probable que el mecanismo de Anticitera no fuera el único, como muestran las referencias de Cicerón sobre estos mecanismos. Esto da soporte a la idea de que hubo una tradición en la antigua Grecia de tecnología mecánica compleja. Todos los fragmentos recuperados del mecanismo de Anticitera se custodian en el Museo Arqueológico Nacional de Atenas.
En De re publica, Cicerón hace mención a dos máquinas diseñadas y construidas por Arquímedes, que los analistas contemporáneos consideran que eran mecanismos de tipo planetario, predictores de los movimientos de la Luna, el Sol, los principales planetas conocidos y los eclipses. Estas máquinas pasaron a poder del cónsul romano Marco Claudio Marcelo tras el sitio de Siracusa, hecho ocurrido en 212 a. C.
La expansión de esta tecnología se interrumpió en algún momento de la antigüedad, y artefactos tecnológicos que se acercaran a la complejidad y habilidad de construcción de este instrumento no aparecieron nuevamente hasta mil 600 años después, época en que se inició el desarrollo de relojes astronómicos en Europa, hacia el Siglo 14.
El mecanismo de Anticitera fue descubierto a 45 metros bajo el agua cerca de Glyfadia, en la isla griega de Anticitera. Los restos del antiguo naufragio se encontraron en abril de 1900 por parte de un grupo de buzos recolectores de esponjas; estos recuperaron numerosos artefactos, incluyendo estatuas de bronce y mármol, alfarería, vidriería, joyería, monedas y el mecanismo. Los hallazgos fueron enviados al Museo Arqueológico Nacional de Atenas para su análisis y almacenamiento. El mecanismo pasó inadvertido durante dos años.
El 17 de mayo de 1902, cuando el arqueólogo Valerios Stais examinaba los restos, se dio cuenta de que una de las piezas de roca tenía un engranaje incrustado. Stais, inicialmente, creyó que se trataba de un reloj astronómico pero la mayoría del equipo creía que el instrumento era tecnológicamente muy avanzado y muy complejo como para haber sido construido en la misma época que el resto de las piezas encontradas. Las investigaciones fueron abandonadas hasta que el instrumento captó la atención de Derek John de Solla Price en 1951. En 1971, Price y un físico nuclear llamado Charalampos Karakalos analizaron los 82 fragmentos con rayos X y rayos gamma. Price publicó un extenso ensayo de 70 páginas sobre los resultados en 1974.
Se ha propuesto que se planeaba llevar el instrumento a Roma con el resto del botín para la celebración del triunfo de Julio César.
su cronología y origen
La isla de Anticitera está ubicada entre la península del Peloponeso y la isla de Creta.
Aunque generalmente es aludido como la primera computadora analógica, la calidad y complejidad de la manufactura del mecanismo sugieren que este tiene predecesores aún no descubiertos hechos en el periodo helenístico. Su construcción está basada en teorías de la astronomía y matemáticas desarrolladas por astrónomos griegos. La estimación sobre la fecha de fabricación que hace el museo de Atenas es que debe de pertenecer a la segunda mitad del Siglo 2 a. C.