Una nueva enchilada completa

Punto de referencia
11/07/2025 04:01
    El Gobierno de Estados Unidos está interesado en transformar de manera radical la relación con México en varios frentes a la vez y de una manera muy intensa. No es exagerado decir que nuestro País necesita una estrategia para enfrentar los desafíos que plantea su relación con el Estados Unidos de Trump.

    La relación de México con Estados Unidos siempre ha sido compleja. La queja de Porfirio Díaz de que México estaba muy lejos de Dios pero muy cerca de Estados Unidos no tuvo en cuenta lo que significa ser vecino de verdaderas potencias totalitarias e imperialistas. Ya hubieran querido varios países de Europa del Este haber querido compartir una frontera con la República estadounidense en lugar de hacerlo con la Unión Soviética en el Siglo 20.

    La verdad de las cosas es que la relación de México con Estados Unidos es la de dos pueblos deseosos de prosperar con base en un modelo de vida digna y justa. En el Siglo 20, nuestras dos naciones rechazaron el paradigma fascista de gobierno, así como el comunista de la línea bolchevique.

    Este acuerdo fundamental hizo que nuestras naciones lucharan juntas contra la amenaza del Eje en la Segunda Guerra Mundial. Al terminar esta, nuestros gobiernos apoyaron decididamente la creación del Sistema de las Naciones Unidas y, a nivel regional, a la Organización de Estados Americano, así como al conjunto de instituciones que conforman lo que podría llamarse un sistema Interamericano de solución de controversias y de promoción del desarrollo y la prosperidad.

    Cuando Alan Riding escribió su influyente libro Vecinos Distantes, en la década de los 80, el mundo era diferente al de hoy. La guerra fría determinaba las relaciones internacionales, México todavía no definía su camino a la democratización, el petróleo era la base de nuestras exportaciones y no existía un tratado de libre comercio.

    Durante varios años se consideró, en la Cancillería mexicana y en otros lugares, que la mejor estrategia de México frente a su vecino del norte era que se negociara un asunto evitando que esto fuera contaminado por los otros asuntos. Habría que repensar esta estrategia.

    La situación hoy entraña un desafío diferente al del México y Estados Unidos sobre los que escribió Alan Riding. Entre 1985 y el 2025, México trascendió el periodo del nacionalismo revolucionario y lo que Mario Vargas Llosa llamó la dictadura perfecta. Por otro lado, en Estados Unidos se eligió a un Presidente en 2016 y luego en 2024 que está planteando una serie de políticas que ciertamente desafían cierto consenso bipartidista.

    El principal reto de la relación en estos momentos se puede describir así: el Gobierno de Estados Unidos está interesado en transformar de manera radical la relación con México en varios frentes a la vez y de una manera muy intensa. No es exagerado decir que nuestro País necesita una estrategia para enfrentar los desafíos que plantea su relación con el Estados Unidos de Trump. Esta debe tener en cuenta indudablemente la contribución que pueda realizar la academia mexicana y centros de pensamiento como el COMEXI, la opinión de empresarios y medios de comunicación, las ideas de la sociedad civil organizada y de los intelectuales, los intereses de las diversas regiones del País y, por supuesto, las propuestas del Congreso de la Unión. Ha llegado el momento de enfrentar este gran desafío unidos como país y no de manera desordenada y coyuntural.

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    El autor es abogado y Diputado federal

    gdehoyoswalther@gmail.com

    @gdehoyoswalther