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"Opinión"

"‘Yo te amonesto, tú síguele’"

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22/06/2018

    Joel Díaz Fonseca

    jdiaz@noroeste.com

     

    Por las denuncias de diversos partidos y coaliciones de partidos, el Tribunal Electoral del Estado de Sinaloa acordó sancionar a Fernando Pucheta Sánchez, candidato a reelegirse como Alcalde por la coalición Todos por México, a las candidatas a diputadas por la misma coalición, Maribel Chollet Morán y Elsy López Montoya, así como a la candidata a Alcaldesa de Rosario, del mismo conglomerado de partidos, Cynthia Echeagaray Torres.

     

    Los actos por los que fueron denunciados los abanderados por la coalición Todos por México van desde la realización de actos anticipados de campaña y la colocación de propaganda en lugares no permitidos por la Ley, hasta la realización de actos de proselitismo en centros públicos y escuelas, entre otros.

     

    No son transgresiones menores a la legislación electoral, sin embargo las sanciones aplicadas por el Tribunal a los candidatos referidos son realmente de risa. No les alcanzó a los magistrados más que para una amonestación pública, y ni siquiera de manera unánime, fue por un 3 a 2. Por poco y queda en un empate, o hasta en una orden de pedirles perdón a los acusados.

     

    El impresionante rigor de los magistrados es una clara invitación a los candidatos a incurrir en más transgresiones en lo que resta del proceso, del mismo nivel o peores, pues saben que hagan lo que hagan, violenten lo que violenten, las posibles sanciones a que puedan hacerse acreedores lo más que van a provocarles es risa.

     

    Una primera amonestación a Pucheta Sánchez ocurrió el 19 de mayo, cuando aún no iniciaban las campañas, tras el análisis de cinco videos subidos a las redes por el propio candidato o su equipo de trabajo, en los que se advierte un claro proselitismo político.

     

    De sobra es conocido que Pucheta Sánchez produce constantemente videos que luego sube a las redes, no solo para promover su persona y sus actos, sino incluso para denostar a sus críticos y hasta burlarse de ellos.

     

    Justo un mes después, Pucheta Sánchez recibió una segunda amonestación pública de parte del Tribunal, por la instalación de espectaculares en sitios prohibidos, o soportados en estructuras propiedad del Ayuntamiento.

     

    ¿Cómo habrían actuado los magistrados si hubieran sido los candidatos de otros partidos o coaliciones de partidos los que hubieran incurrido en tales irregularidades? Difícil saberlo, pero de lo que no queda duda es de la benevolencia de los magistrados.

     

    Los otros candidatos que fueron igualmente castigados con una amonestación pública -no alcanzó para más- son Maribel Chollet Morán, candidata a diputada por el distrito 23; Elsy López Montoya, candidata a diputada por el distrito 21, y Cynthia Verenice Echeagaray Torres, candidata a Alcaldesa de Rosario, las tres abanderadas por la coalición Todos por México.

     

    Ya en una entrega anterior critiqué las incongruencias del INE y del Trife, que traen al electorado vuelto loco con su comportamiento errático y tantos y tan criticables dislates, cuando debieran ser la brújula que lo guiara.

     

    Sin embargo, no puede dejarse de lado la animosidad con la que los candidatos y los partidos se saltan la ley, apostándole a que las autoridades electorales les dejarán pasar todo, o cuando mucho les harán una reconvención pública, como en los casos descritos.

     

    ¿Cómo esperar que quienes resulten electos el próximo domingo para los diferentes cargos en disputa vayan a respetar las leyes y a cumplir todo aquello a lo que se han comprometido en sus campañas, si transgreden con tanta facilidad las normas y hacen todo lo contrario de lo que prometieron, comenzando por su compromiso con la limpieza y la transparencia, así como la condena a las malas mañas y los abusos?

     

    Candidatos que han basado sus estrategias de proselitismo en mentiras, en el manejo tendencioso de cifras, candidatos que engañan a los electores con regalos y la entrega de dinero reteniéndoles la credencial de elector, entre muchas otras estrategias de manipulación, difícilmente serán capaces de comportarse a la altura de lo que se espera de ellos una vez que ocupen el cargo para el que resulten electos.

     

    Por ello el INE y el Trife debieran ser enérgicos al momento de sancionar las irregularidades y las transgresiones de los partidos y de sus candidatos. Con simples e ingenuas amonestaciones públicas no van a poder romper la dura coraza de cinismo que portan sobre sus espaldas los partidos y sus abanderados.

     

    Con sanciones de risa como esas, aplicadas casi casi con un apapacho, imposible pararlos.

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