"Claudia Piña de Ibarra: ´Alimenta´ su alma"

"La voluntaria distribuye su tiempo para ayudar a los demás a vivir mejor"
06/11/2015 07:52

    Mónica Herrera

    Los niños en la calle, alimentación de las familias y falta de valores invaden la mente de Claudia María Piña de Ibarra, quien busca poner su granito de arena en estas actividades para hacer un mundo mejor.

    Su historia
    La madre de siete varones nació en Culiacán el 27 de diciembre de 1966, donde entendió que el estudio y trabajo serían las herramientas para lograr su destino.
    Pensando en ello viajó a Monterrey para cursar la licenciatura en Administración de Empresas en el Tecnológico de Monterrey, de la que egresó en 1989.
    "Cuando terminé mi carrera me fui a estudiar un año en la Universidad de Arizona, en Tucson. De ahí me vine y trabajé en la joyería Piña de mis papás, donde estuve como encargada", indica.
    Al regresar, trabajó en la tienda Hello Kitty con Susana Echavarría, tomó un curso de diseño en joyas en San Miguel Allende y finalmente prestó sus servicios en Macrovideocentro, tiempo en el que conoció a su esposo, Antonio Alfredo Ibarra Salgado.
    Después de un año de noviazgo, Claudia y Antonio Alfredo contrajeron nupcias el 7 de septiembre de 1996 y como fruto de su amor procrearon a Antonio, Ricardo, David, Roberto, Jorge Eduardo, Gustavo y Diego Ibarra Piña.

    Brinda ayuda a los necesitados
    Año con año, en México viven millones de personas en pobreza extrema que les impide cubrir la necesidad más básica que es la de comer, intrigada por las estadísticas se unió al voluntariado del Banco de Alimentos.
    "Fue por medio de mi esposo porque cuando me acerqué, empezó el Banco de Alimentos, en el primer año vino Ricardo Bon, hizo una cena en la que invitaba a colaboradores y consejeros, mi esposo entró como consejero y nosotras las esposas formamos el voluntariado", dice.
    "Nosotros apoyábamos al Banco de Alimentos para recaudar fondos y hacíamos eventos como 100 Años de Glamour, en los que involucrábamos a sobrinas, hermanas y a todos los parientes para que participaran".
    La institución altruista, que surgió el 8 de marzo de 1999, decidió al paso de un tiempo hacer una campaña que contribuyera a recolectar dinero para sustentar su labor, en la cual colabora constantemente Claudia María.
    "Después nos presentaron el Hambretón, que ahí la función principal era involucrar a todas las escuelas y así fuimos caminando con el Hambretón, hasta ahora ya está bien instituido", comenta.

    Rescatando su camino
    Hace un año la vida le dio otra oportunidad de hacer algo por los demás, especialmente por aquellos que tienen como hogar el asfalto.
    "A partir del año pasado que mi esposo entró a lo que es la Secretaría de Turismo, me invitaron a participar como voluntaria de PAMAR, que es Programa de Atención para Menores y Adolescentes en Riesgo", enfatiza.
    "En octubre de 2007, teniendo las platicas con la gente que está en PAMAR, nos dijeron sus necesidades; la labor de ellos es muy bonita porque ayudan a niños de la calle, les dan becas y enseñan".
    Con es respaldo de Lety de García Granados y Brenda de De Nicolás, y pensando que el dinero fácil es el principal factor para que los peques dejen la escuela, planearon un proyecto para erradicar ésta practica.
    "Se nos ocurrió esta campaña partiendo de que de ahí empieza todo, porque si tú les das dinero a un niño se le hace dinero fácil porque llegan a sacar hasta 200 pesos al día", confiesa.
    "En realidad queremos quitar esa mentalidad de que si das dinero te sientes muy bien y si de verdad supieran a dónde va a parar ese dinero entonces te das cuenta que no estás ayudando sino perjudicándolo".
    Aunque la campaña está en proceso debido a que debe de cumplir los requerimientos del DIF Estatal y de la Procuraduría de la Defensa del Menor y de la Familia, ella desea lanzarla el Día del Niño, colocando espectaculares, teléfonos y página de Internet.

    Educando para la vida
    La voluntaria acudió ocho años atrás a un desayuno, en el cual le propusieron dar clases de valores en la escuela Justo Sierra, ubicada en Los Mezcales.
    "Yo doy clases en los Mezcales de valores, tengo como ocho años? La mayor satisfacción que me da es cuando ves que por lo menos a un niño lo ayudaste", expresa.
    "Cuando llegas a la escuela te besan y te abrazan, te esperan con muchísimas ganas".
    En las clases que intercala con Marcela Félix, les enseña a los pequeños de las ladrilleras a cuidarse, respetarse, a conocer sobre la autoestima y amistad.

    SOBRE CLAUDIA MARÍA
    Nombre: Claudia María Piña Verdugo
    Nieta: María Irene Ibarra García
    Amor: Felicidad
    Familia: Amor
    Ayuda: Servir
    Éxito: Satisfacción
    Dios: Amor
    Color: Azul
    Libro: ´Cometas en el cielo´
    Películas: ´La vida es bella?´
    Pasatiempo: Hacer ejercicio y bailar