|
"Una sinaloense en Finlandi"

"Diario de Viaje Finlandia"

"Grecia Ávalos Ortega"
16/09/2016 12:04

     

    Nombre: Grecia Ávalos Ortega

    Edad: 21 años

    Fecha de Nacimiento: 15 de Febrero de 1995

    Escuela: ITESM, Campus Sinaloa 

    Escuela de Intercambio: Aalto University School Of Business 

    Ciudad de origen: Culiacán, Sinaloa

    Ciudad de Intercambio: Mikkeli, Finlandia

    Pasatiempos: Bailar, tomar fotografías, hornear postres, pasar tiempo con su familia

    Idiomas: Español, inglés y chino básico

     

    Desde que entré a la carrera en el Tec supe que quería irme de intercambio, más no sabía a dónde. Cuando finalmente decidí que me quería ir a Finlandia empecé a buscar la manera de ahorrar y encontrar apoyos de cualquier medio, pues mis padres no podrían cubrir todos mis gastos de viaje. 

    Pero no fue nada fácil, restaban dos semanas para irme y yo no sabía qué hacer, no tenía mi ticket de vuelo, mi permiso de residencia no me llegaba, había podido conseguir poco menos de la mitad de lo que necesitaba y las clases en el Tec ya habían comenzado y yo no estaba inscrita (de alguna manera u otra me tenía que ir). Recuerdo que en mi última semana duré trabajando día y noche; hacía postres para vender al siguiente día, realizaba llamadas y mandaba correos. Pero creo que jamás perdí la fe y algo que me ayudó mucho fue que siempre tuve el apoyo de mis familiares y amigos que me hacían seguir adelante. 

    Así que mi última y más fuerte decisión fue la de venirme aún sin tener mi permiso de residencia (que mis padres me estarían mandando una vez que este llegara) y sin tener mi vuelo de regreso. 

    Y después de un gran esfuerzo, valentía y decisiones tomadas, conseguí uno de mis tantos sueños: estar aquí en Finlandia. 

    Personas que agradezco y que hicieron posible esto: Gabriela Ortega Parra, Guillermo Ávalos Arámburo, Adrián López Ortiz, Isidro Cavazos, Carlos Cota, Mónica Nieto, Humberto López, Félix Viera, Jorge Quintero, Imelda Castro, Roberto Vega, Jesús Valdés, Héctor Ley López, Javier Valenzuela, José G. Ríos, Cynthia Beltrán, familiares, amigos y maestros. 

     

     

     

    COLUMNA

    Una sinaloense en Finlandia.

    Algunas veces solemos soñar en grande, muy en grande y después sólo lo olvidamos porque al contarlo, people just bring you down. O simplemente nos damos por vencidos sin ni siquiera darle una oportunidad a nuestras habilidades.

    Al parecer las personas le temen a lo desconocido. Muchas veces al mencionar que yo me iba a Finlandia, las personas se asombraban y me decían: “Qué chilo, pero qué miedo; ¿cómo te vas a ir sola?; ¿por qué tan lejos?; es una cultura muy diferente, hace mucho frío”, etcétera.

    Pero siempre me ha gustado la adrenalina y si no bien lo desconocido, sí lo nuevo, lo que casi nadie más hace, eso me gusta.

    Me interesaba Finlandia. Siempre me había gustado el frío, ver nevar y jugar en ella. Además la naturaleza me calma, y está view que tengo desde mi ventana es lo mejor. Solo son árboles y pinos, pero para mí son hermosos y tranquilizantes. Es por eso que decidí que para mi intercambio escolar me iría a Finlandia.

    Gracias a Dios tengo a los mejores padres del mundo y aunque en Culiacán jamás me permiten salir a ningún lado, fueron ellos quienes me impulsaron a dar lo mejor de mí para poder realizar este viaje. A mis hermanos y a mí siempre nos han enseñado con el ejemplo, así que tuve que trabajar muy duro para poder llegar aquí. 

    Por su parte, ellos encantados con la idea de Finlandia, pues este país no solo es uno de los países más seguros, sino que también tiene grandes índices de escolaridad e innovación.

    Por otro lado, es verdad que es un grandísimo sacrificio el querer salir adelante sin tener muchos recursos económicos, pero no es imposible. En mi caso, agarrando de aquí y de allá, pidiendo apoyos por todos lados, trabajando horas extra, pensando trabajar incluso después de haber llegado la meta lo he logrado… Pero el sacrificio no es personal sino familiar. Se recortan los gastos de la familia porque un integrante de ella sale de viaje. 

    Y así pues acompañada de Dios y su bendición, después de un viaje de día y medio, estoy finalmente aquí.

    Pero a una semana de haber llegado, creo que me estoy “echando para atrás” en lo de jugar en la nieve y el frío. He salido hasta con tres suéteres y los comentarios son; “estamos en agosto, espérate a diciembre”.

    Primera semana y el sábado ya amanecí enferma, creo que fue por no dormir bien. Los finlandeses de este pequeño pueblo llamado Mikkeli están llenos de sorpresas. Aunque las calles de este pueblo son muy calladas y serenas, tienen esta tradición de tomar, hacer reuniones y fiestas todos los días durante la primera semana de escuela, lo cual es divertido, pero más que nada me han dejado anonadada y me pregunto: “¿cómo aguantan tanto?, pensé que los finlandeses eran callados y tranquilos”, (primer cultural shock).

    Siguiente semana, mis clases normales comienzan y hasta ahorita, el plan de estudios que se lleva a cabo en Aalto University School of Bussiness campus Mikkeli, me encanta.