"Dignifica y actualiza el neoclásico tropical, Fernando Molins"

"Con el diseño del Hotel Pueblo Bonito at Emerald Bay, el arquitecto rinde homenaje al estilo patasalada"
10/11/2015 06:25

    El neoclásico tropical define el estilo arquitectónico distintivo de Mazatlán, la belleza de su ritmo en el Centro Histórico seduce a los patasaladas y a los extranjeros que visitan el puerto, siendo el espacio urbano más equilibrado y bello de la ciudad hasta este momento.
    El arquitecto Fernando Molins le rindió homenaje y lo actualizó para nuevas generaciones al diseñar el Hotel Pueblo Bonito at Emerald Bay, con los mejores elementos del neoclásico tropical, al generar espacios estéticos y atmósferas llenas de armonía.
    Molins se empapó del lenguaje de la arquitectura del Centro Histórico de Mazatlán cuando trabajó durante tres años, hasta 1985, para la Asociación Amigos del Teatro Ángela Peralta, dirigida por Antonio Haas y Juan José León Loya.

    Labor de rescate

    En 1985, Antonio Haas no quitaba el dedo del renglón para reconstruir el Teatro Ángela Peralta, y Juan José León Loya lo apoyaba, quien desde la Dirección de Planeación Municipal ordenaba acciones que consolidaran el proyecto, para el cual fue invitado.
    "Para que no cayera en el olvido, entramos a trabajar en ese proyecto el arquitecto Sergio Favela, el ingeniero Roberto Fuentevilla y yo, quienes estuvimos a cargo del proyecto ejecutivo del Teatro Ángela Peralta", menciona.
    Además de definir su entorno, menciona que en esa época, ellos hicieron una investigación y estudios para reconstruir al recinto artístico por antonomasia en Mazatlán, así como sus alrededores.
    "El Ángela Peralta en ese momento era una ruina. Nuestro trabajo consistió en hacer una investigación para definir su entorno y un estudio de urbanismo sobre los edificios que están en su zona, para integrar la reconstrucción al Centro Histórico", recuerda.
    El estudió le permitió meterse de lleno en la arquitectura del Centro Histórico de Mazatlán, como sus detalles, dimensiones de ventanas, alturas de los techos, que van de los cuatro a los siete metros.
    Además de otros aspectos como soluciones para la ventilación, la estética de los espacios, los pisos, la herrería y todos los materiales que utilizaron los edificios más antiguos del puerto para ser hechos.
    Comenta que la reconstrucción del Teatro Ángela Peralta fue un detonante para despertar el interés por la arquitectura tradicional de Mazatlán, así como la restauración de las casas antiguas del Centro Histórico.
    "Los estadounidenses y canadienses tienen una visión clara del valor de los Centros Históricos, con esa actitud han enseñado a los porteños a darle a ese patrimonio la importancia que tiene", opina.

    Viejo Mazatlán en hoteles

    Reconoce que su primer proyecto importante lo obtuvo en Cabo San Lucas, que se llamó Playa Grande, y el resultado fue tan del gusto de la gente, que él y su equipo fueron llamados a participar en el concurso para construir Emerald Bay.
    "Sin proponérmelo, porque ese no era el objetivo del estudio de la reconstrucción del teatro y el Centro Histórico, logré hacer una síntesis de lo mejor de ese lenguaje en el momento que me propusieron el diseño del Emerald Bay", señala.
    "Y la indicación más importante era que tuviera la estética de Centro Histórico de Mazatlán, y una lluvia de ideas empezó a fluir entre el equipo creativo que me ha acompañado en mi carrera profesional".
    Considera que el hotel de la cadena Pueblo Bonito, ubicado en Cerritos, le ha proporcionado una gran satisfacción, pues para él es un ejemplo de lo que se puede hacer con el neoclásico tropical, término acuñado por Antonio Haas.
    "Emerald Bay fue un sueño hecho realidad; ver concluida la obra es una gran satisfacción. Creo que es un ejemplo de espacios bellos que se pueden desarrollar con el neoclásico tropical y contribuye a consolidar la identidad arquitectónica de los mazatlecos", destaca.
    "Para ser sincero, en lo que yo siento que mi expresión encuentra su plenitud, es en el lenguaje arquitectónico que utiliza la línea recta y los volúmenes para crear espacios de recogimiento".
    Esos espacios, los llama refugios donde se pueda expandir el espíritu y generar armonía entre los que habitan o utilizan las obras que construyen, que algunos lo denominan como minimalismo.
    De ahí surgió un gustó entre los empresarios hoteleros de Cabo San Lucas por el estilo arquitectónico en los diseños de Molins, con los que ha ganado premios internacionales.
    "En Cabo San Lucas, la compañía WATG nos otorgó el diseño y la dirección de obra de Sunset, de ahí siguió Montecristo, luego Pacifica, con la que obtuvimos un premio de arquitectura Internacional. Todas estas obras están en Cabo San Lucas", menciona.

    ¿Qué sientes cuando los espacios de Emerald Bay y el Teatro Ángela Peralta compiten para tomarse la foto de quince años o de boda?

    "Es curioso como la población va adoptando ciertos espacios como propios. Me emociona mucho que la gente se entusiasme con lo que construyes. Los espacios públicos con un equilibrio estético crean autoestima comunitaria, dignidad, orgullo, identidad", responde satisfecho.
    "Por eso es importante hacer banquetas amplias como la que se hicieron en el Malecón, mucho paisajismo, jardines públicos, lo que hace más digna la vida de los habitantes de una ciudad".

    ALMA MÁTER
    Fernando Molins estudió arquitectura en la Universidad Autónoma de Guadalajara.

    PREMIO
    En 2008, la Revista Conde Nast Traveler, especializada en viajes y destinos turísticos, le dio un premio por su trabajo en el Hotel Pueblo Bonito Pacífica, por 2008 por paisajismo semidesértico.

    HOTELES
    El equipo creativo de Molins diseñó los hoteles Sunset y Pacífica, de la cadena Pueblo Bonito, en Los Cabos; en Mazatlán, Emerald Bay, además de Las Gavias y La Ventana