"La primavera y las 15 primaveras"

La primavera es la estación del año en que se manifiestan los primeros brotes de vida. Cuando se anuncia su llegada, ya los fríos vientos del invierno y la agresividad de su clima han emprendido la huida hacia otros territorios.
Este proceso de cambio lo manifiestan las semillas que se abren en busca de la luz y las ramas secas que durante tanto tiempo permanecían alzadas suplicando auxilio, empiezan a reverdecer.
El brillo y color de las flores se asoman a la claridad del día y no puede faltar el cantar de las aves, que a su vez se han liberado de su nido, para convertirse en inquietos críos que sobrevuelan sobre toda esta belleza que significa vida.
Las niñas, hasta aquí, no son muy diferentes a la primavera.
Con su característica osadía pueden convertirse, de un momento a otro, en las reinas de un hogar.
Ellas son inquietas, dulces, sabias, inteligentes, muy bonitas y coquetas.
Son las más ruidosas en la casa, pero también las más frágilmente diseñadas para cambiar el rostro molesto de papá cuando le susurran al oído un conquistador "te quiero".
Ellas necesitan distraerse con los vestidos y zapatos de mamá, usar sus pinturas y tener al alcance sus bolsos para jugar a ser grandes.
Necesitan su propio espacio para meditar y guardar sus secretos, y los condimentos necesarios en la cocina a la hora de experimentar sus recetas.
Necesitan la escapada clandestina a la hora de merendar, pero también su muñeca y hojas para colorear.
La ilusión de esta etapa evoluciona como sucede con el botón y la flor, y habrán de sufrir el inevitable cambio que las transforma de niñas a mujeres.
Cuando esta transición se realiza, se les puede apreciar tal encanto, como el rompimiento de las más hermosas flores en toda su expresión.
El día en que ellas llegan a las 15 primaveras inicia el proceso de fijar su personalidad y sobre todo, empezar a tomar las decisiones trascendentales.
Todas ellas deben llegar justo a este momento para preparar su propio destino y decidir hacia dónde quieren caminar.
Desde esta perspectiva empiezan a darse las diferencias entre las nenas y las flores; toda rosa, nardo, orquídea, alcatraz o clavel abre su hermosura al mundo y lo envuelve en un embrujo que atrapa con su belleza.
Belleza que se marchita casi de manera inmediata. Las nenas que han arribado a sus 15 primaveras tienen en su haber un mundo lleno de ilusiones y metas, y de cada cual dependerá qué clase de color elegirá para adornar el espacio que Dios le asigne en el espléndido jardín en que la coloque: en una oficina, en un hogar o en la luna.
Una quinceañera siempre dará razones a Dios para que él mire con agrado el universo que creó con tanto esmero, para disfrute de todas ellas.

MODELOS
Lucy Álvarez Osuna Rodríguez
Natalia Madrid Vizcarra
María Rubí Reyes Vizcarra
Ana Victoria Quevedo Sarabia
Rosa Guadalupe Madera Medrano
Lizbeth Rodríguez Hernández
Valeria Guadalupe Prado Gómez
Jesús Manuel Valenzuela Rodríguez
José Rafael González León
Jesús Opochtli Sánchez Aguilar
Giovanni Dávalos Sandoval
Roque Oleta Esquivias
Abraham Álvarez Osuna Rodríguez

Agradecimiento
A la familia Mendívil Arriaga por facilitarnos su residencia para la labor fotográfica.