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"40 aniversario"

"'Mi historia con Noroeste aún no termina': Charlie Palomares"

"Aunque reside en Estados Unidos, el mazatleco cuenta sus inicios en la comunicación, gracias a este rotativo"
14/11/2015 10:10

    Charlie Palomares
    Ex editor de Buena Onda


    Durante su adolescencia, una etapa marcó la vida de Carlos Palomares Lara, mejor conocido como Charlie: ser parte de la familia Noroeste, donde trabajó en un proyecto que vio nacer de manera comercial y editorial, Buena Onda. 

    "De manera indirecta llegué a Noroeste, a través de Bertha Elena Pulido, quien en 1990 escribía la columna juvenil Secreto a voces. Era mi vecina y sabía de mi gusto por la fotografía, así que me invitó a colaborar de manera semanal con las fotos. 

    "Tomar fotos era lo mío, se me daba. Comencé mis pininos con amigas, vecinas y conocidas; el material me servía para practicar y publicar, pero sobre todo, para descubrir algo que se convirtió en una de mis grandes pasiones: comunicar". 

    Durante dos años, Charlie colaboró con sus fotografías, pero fue en 1992 cuando se incorporó a formar parte de Buena Onda, del que fue editor durante seis años y formó equipo con Javier del Ángel, José Ramón y Joel Díaz Fonseca, Rossina Gámez, entre otros. 

    "Buena Onda tuvo la suerte de ser aceptado, dar resultados y ser muy querido por los lectores de Noroeste. No sólo tuvo éxito entre los jóvenes, sino también entre sus papás, sus abuelitos, hermanitos y toda la familia", destaca. 

    En Buena Onda se cubrían eventos sociales, deportivos, culturales, segmentos de salud, realizaban sesiones fotográficas, visitas a escuelas e informaban, a través de una columna de chismes blancos, los aconteceres de los jóvenes, quienes hacían filas para salir en portada. 

    "Me acuerdo de las largas filas de chicas esperando para salir en la portada, de sus apasionadas y acaloradas mamás, que nos llamaban para regañarnos y reclamarnos por qué su hija aún no salía en portada", comparte. 

    "Algunas de mis portadas favoritas fueron las de Vanessa Bernal, Libia Farriols, María Esther Juárez, Claudia Gómez Llanos, Amina Blancarte y una muy divertida con universitarios disfrazados de bebés, con Yahawé García, Lissy Bernal, Paola Ferrer y Freny Quintanar". 

    La enseñanza de vida que Noroeste dejó a Charlie fue la elección de su carrera, para convertirse en comunicólogo de profesión, además que lo ayudó a practicar la disciplina, entrega, responsabilidad y ética. 

    En 1996 salió de Noroeste para emprender proyectos, como casarse, formar su familia y mudarse a Tucson, donde reside actualmente, aunque en 2002 regresó con otra columna, Cosas de los mazatlecos, que mandaba desde allá, pero aún lo relacionan con Buena Onda. 

    "Mucha gente me sigue asociando y recordando con Buena Onda y eso le da mucha alegría a mi corazón. A través de Facebook y Twitter me ha tocado coincidir con lectores de los años 90", menciona. 

    "Me han dicho, 'Charlie, tú nos tomaste nuestra primera foto de novios y venos aquí, ya casados y con hijos', eso se siente realmente increíble y deja la satisfacción de un trabajo bien hecho". 

    En Estados Unidos, el mazatleco ha tenido oportunidad de participar en algunos medios de comunicación, pero sabe que la vida da muchas vueltas y no descarta la idea de un día regresar a Mazatlán. 

    "Mi cambio de residencia hizo que dejara de nueva cuenta Noroeste; aquí, en Estados Unidos, he tenido la oportunidad de colaborar para algunos medios de comunicación, pero de algo estoy bien seguro", afirma, "si algún día el destino me lleva de regreso a mi tierra, llegaré tocándole la puerta a Noroeste.
    "Mi historia con esta editorial, de la cual tengo la camiseta bien puesta y sus letras bien tatuadas, sé que aún no termina".