"Natilla de chile poblano"
Guarnición
100 gramos de elote dulce
1 chile poblano
mantequilla
150 gramos de azúcar
Preparación
- Escalfa los chiles: colócalos directamente sobre el fuego de la estufa, hasta que la piel se queme y se ponga negra. Dales vuelta con pinzas.
- Cuando estén listos, colócalos dentro de una bolsa de plástico cerrada y déjalos sudar unos cinco minutos, para que la piel se termine de despegar sola lo más posible. Sácalos de la bosa y termina de pelar, deben quedar tiernos.
- Córtalos en tiras y retira las venas y semillas para dejarlos listos. Toma un chile y medio y licúa bien con la leche, pasa la mezcla por un colador fino y deja al fuego hasta que hierva.
- Mientras tanto, "blanquea" las yemas de huevo, esto es, mézclalas con el azúcar y la maicena en un tazón, bate vigorosamente con un globo hasta que la preparación se vuelva de un amarillo pálido.
- Cuando la leche haya hervido, retira del fuego y agrega, poco a poco, las yemas blanqueadas, para evitar que se formen grumos.
- Deja la preparación a fuego lento por unos cinco minutos, o hasta que espese y tenga la consistencia adecuada. Reserva en el refrigerador.
Para cristalizar la guarnición
- Para el chile poblano en almíbar, corta uno de los chiles escalfados en julianas, esto es, bastones de unos cinco centímetros de largo por medio de ancho. Ponlos a hervir en agua con 100 gramos de azúcar.
- Deja reducir a fuego alto hasta que se haya evaporado el 80 por ciento del agua y los chiles estén bien tiernos.
- Para el elote dulce, puedes usar el que venden en lata, fríe en un poco de mantequilla y 50 gramos de azúcar hasta que los granos queden bien caramelizados.